La presión de las empresas chinas reclamando al Gobierno de Xi Jinping que respondiera de forma contundente a la propuesta de la Comisión Europea de imponer aranceles fiscales a sus coches eléctricos no se ha hecho esperar y, de hecho, la primera amenaza recayó ayer sobre la carne de porcino que exporta Europa al gigante asiático. Aunque los efectos no serán inmediatos, sí que se analizarán con detalle las conclusiones de la investigación antidumping (competencia desleal) abierta sobre las importaciones de carne de cerdo y subproductos porcinos relevantes con procedentes de la UE y valoradas en más de 2.800 millones.
En este contexto, el Ministerio de Comercio de la República Popular China, a instancias de la Asociación de Ganadería de China, confirmó el inicio de la investigación abierta, que se prevé finalizar antes del 17 de junio del próximo año», aunque podrá ampliarse seis meses más en circunstancias especiales.
De este modo, las pesquisas se aplicarán a productos elaborados del sacrificio de cerdos, incluida la carne de porcino fresca, refrigerada o congelada, despojos de comestibles frescos, refrigerados o congelados, grasa fresca, refrigerada, congelada, seca, ahumada, salada o encurtida y grasa de lechón sin carne magra que no haya sido fundida ni extraída por otros métodos, tripas, vejigas y estómagos de cerdo, frescos, refrigerados, congelados, secos, ahumados, salados o encurtidos, enteros o en trozos.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, criticó la posición de China que afecta, especialmente, a España, el principal exportador de este producto al gigante asiático dentro de la UE, asegurando que todavía queda por delante «margen para el entendimiento y un año de negociaciones».
Según la patronal Interporc, España exportó el pasado año más de 560.000 toneladas de porcino a este país asiático por valor de más de 1.200 millones de euros, esto es el 21% de toda la UE procede del país, por encima de Estados Unidos, Brasil, Países Bajos y Canadá.
Por su parte, Pedro Barato, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) declaró que mantiene «la esperanza de que al ser China es un país muy grande, necesita mucha alimentación», manifestó.
Barato precisó que «la preocupación está ahí, porque los chinos cuando dicen una cosa la cumplen. Lo único que hasta ahora solo han manifestado es que están estudiando el asunto, nada más, pero hay una gran inquietud», lamentó.