La energía es una de las claves más importantes que marcan el progreso económico y la calidad de vida de las personas. Cada día, el consumo de electricidad es mayor y el gran reto es que provenga de fuentes limpias y eficientes. En este sentido, tanto las empresas como los ciudadanos han puesto el foco en las renovables que parten de modelos más sostenibles y económicos que, además de cumplir con el objetivo de reducir la huella de carbono, representan la mejor respuesta a los altos precios de las eléctricas.
En este contexto, se analizan aquí algunas de las iniciativas que buscan una mayor calidad de vida y eficiencia con fuentes verdes.
Récord de endesa
Endesa, a través de su filial e-distribución, alcanzó el pasado ejercicio la cifra récord de 125.000 conexiones de plantas de generación y autoconsumo, lo que representó un ritmo de más de 10.000 mensuales.
De ellas, el 98% correspondieron a suministros individuales, mientras que el resto fue en comunidades colectivas. Una actividad impulsada por la liberalización de la contratación libre con el 99% de estas conexiones sostenibles.
Oberdrola - Alcampo
El grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán, Iberdrola, se ha aliado con la cadena de supermercados Alcampo para suministrar energía verde a todas sus tiendas en España a través de un contrato de compraventa a largo plazo (PPA).
En concreto, la energética española proporcionará al gigante de la distribución 3.740 gigavatio hora (GWh), que equivalen al consumo de 62.000 familias españolas al año, a través de varias de sus instalaciones fotovoltaicas durante 11 años.
De esta forma, la energía procederá principalmente de la planta fotovoltaica de Velilla en Palencia, que cuenta con una capacidad de 350 megavatios (MW) y de los parques, también fotovoltaicos, Tagus I-IV, situados en Alcántara (Cáceres), con 200 MW.
Acciona
Acciona Energía ha sido acreditada para gestionar, comprar y vender Certificados de Ahorro Energético (CAE) por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, un documento que reconoce el ahorro derivado de una actuación para mejorar la eficiencia (cambios en la iluminación, aislamiento térmico, climatización o renovación de equipos).
Con la entrada en vigor el pasado año del sistema de CAE, el tejido productivo puede cubrir ya un porcentaje de su aportación (hasta el 65% en 2024) mediante estos certificados ecológicos.
BBVA
BBVA es la primera entidad en España en certificar medioambientalmente en 2023 todo su portafolio de inmuebles de uso propio bajo la norma ISO 50001 de eficiencia energética, según ha destacado la entidad, que ha visado ya un total de 30 edificios y 1.882 oficinas en España. El grupo ha renovado la norma ISO 14001, referente a la gestión y segregación de residuos con 21 inmuebles y 13 sucursales, alcanzando hasta un 43% de superficie autentificada bajo este estándar.
Bankinter
Bankinter ha indicado que sus emisiones de bonos verdes, que alcanzan los 750 millones de euros, han logrado evitar la emisión de unas 177.000 toneladas de CO2 durante 2023, según afirmó la compañía.
El cálculo, realizado con una metodología desarrollada por el asesor independiente Ecodes, viene derivado del impacto ambiental de los proyectos financiados con este producto financiero.
De los 750 millones, unos 674 millones están dedicados a proyectos de energías renovables (371 millones a energía fotovoltaica; 179 millones a termosolar y 124 millones a eólica). Por otro lado, la cartera de financiación de edificios eficientes alcanza los 76 millones.
Telefónica
Telefónica ha cifrado en 2.200 millones de euros el ahorro que la compañía ha logrado gracias a la implementación de medidas de eficiencia energética desde 2010.
La teleco informa que desde 2010 ha desarrollado 1.574 proyectos de este tipo, con los que también ha conseguido ahorrar en torno a 13.800 gigavatios hora (GWh) de energía y ha evitado la emisión de cuatro millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalentes.
Las distintas iniciativas y sus resultados posicionan firmemente a Telefónica en la dirección del cumplimiento de sus objetivos de energía y cambio climático. El reto que se plantea es mejorar en un 90% el consumo de energía por unidad de tráfico en 2025, con respecto al año 2015; lograr el 100% del consumo de electricidad de origen renovable en 2030 en todos los mercados; y disminuir las emisiones operacionales en un 90% en 2030, respecto a 2015, y alcanzar las cero emisiones netas en 2040 incluyendo su cadena de valor», detalló la operadora.
Tejados
En lo que respecta a los hogares, España dispone de más de 10 millones de tejados residenciales disponibles y capaces de ser transformados en generadores de electricidad sostenible a través de sistemas de generación distribuida que podrían cubrir todo el gasto eléctrico que hacen las familias, según detalla un informe de la operadora eléctrica Holaluz.
La compañía energética sostiene que, si se usaran estas superficies residenciales para producir energía, esa generación podría absorber el 26% del consumo eléctrico total de España, lo que equivale al total de la demanda doméstica.
El despliegue masivo de la generación distribuida tendría un especial impacto en la descarbonización de la economía nacional, ya que ahorraría la emisión de 15 millones de toneladas de CO2, un tercio de las emisiones actuales del sector de la generación eléctrica, según explica Holaluz.
Menos emisiones de CO2
Las emisiones mundiales de CO2 en los últimos cinco años habrían sido tres veces mayores si no se hubieran utilizado tecnologías de energías limpias, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
El organismo subraya que la expansión continua de las renovables (solar, fotovoltaica y eólica), así como la nuclear y los vehículos eléctricos, «han ayudado al mundo a evitar un mayor uso de combustibles fósiles».
En 2023, las emisiones mundiales de CO2 aumentaron, aunque menos que en 2022 gracias a la expansión de las renovables, así como a los vehículos eléctricos, a pesar de que se aceleró el crecimiento de la demanda total de energía.
Conclusión
El planeta está inmerso en una carrera que no tiene vuelta atrás y que pretende mejorar la eficiencia y la competitividad del tejido productivo así como también la calidad de vida de las personas mediante un sistema energético que preserve el cuidado del medio ambiente con alternativas ecológicas y sostenibles.