El entrenamiento en altura de los atletas de fondo es un habitual de los meses de otoño. El buscar nuevos lugares también es un incentivo para los deportistas y Sebas Martos se ha desplazado hasta uno de los países en el que el este deporte es religión. En Kenia, el corredor de 3.000 metros obstáculos pasará tres semanas.

Es una temporada muy especial. «Es año olímpico», revela el jienense ya afincado en Soria bajo las órdenes de Enrique Pascual Oliva. «Me parece un lugar espectacular para poder realizar toda la preparación», comenta. No está solo, son más los atletas españoles que combinan sus entrenamientos con una experiencia única.

Sebas Martos quería también un cambio de aires para dejar pasar cuanto antes una temporada pasada agridulce. Reiniciar la cabeza y el cuerpo le está resultando más sencillo en un retiro en el que solo se dedica a correr y descansar. 

Pasar página. La pasada temporada fue un paso atrás para Sebas Martos. Tras una gran evolución en Soria y proclamarse de nuevo campeón de España, no conseguía revalidar el título. «Fue un año de problemas», se sincera. «Entre otras cosas mi abuelo falleció justo antes del nacional en pista cubierta», cuenta. «Tampoco me encontraba del todo bien en los entrenamientos», añade. «Varios factores que no me dejaron estar tan motivado», sentencia.

Cuando acabó el verano tomó la decisión. «Desde mi llegada a Kenia mi objetivo era motivarme», detalla. «Desde el primer día te das cuenta que el ambiente aquí es de descanso y entrenamiento», cuenta con pasión. «No hay tantos recursos y la gente se traslada a diferentes sitios andando y corriendo, incluso los niños yendo al colegio», relata. 

También es sincero, todo el año en Kenia sería complicado. «Esta bien el estar así tres semanas, la cabeza solo tiene que preocuparse de correr, pero más tiempo así sería difícil», reconoce. «Es de admirar la devoción que tienen», afirma Martos. Esa forma de ver el deporte hace que el nivel de sus corredores sea superior al europeo prácticamente desde la base. 

El nivel. «Aquí un atleta medio te aguanta el ritmo prácticamente sin problemas», asegura Sebas Martos. Mientras que en España es uno de los top en su distancia, allí simplemente es uno más. «Sales a correr y son muchos los que se ponen a tu lado durante unos kilómetros», analiza el jienense.

El talento africano en el fondo se traduce en acaparar todos los éxitos a nivel internacional. «Están por encima, eso es evidente», comenta el atleta. Eso se ha convertido también en un incentivo. «El grupo de entrenamiento en Kenia es de un nivelazo espectacular», añade con motivación.

Con todos esos incentivos, Sebas Martos está consiguiendo lo que pretende: acumular kilómetros para un temporada en la que los Juegos Olímpicos de París son la meta. «Por el momento en invierno acumularé carga y estaré en el Campeonato de España de Clubes de Cross», anuncia. Será en verano cuando vaya a por la mínima. «En cuento pueda quiero conseguirla», sentencia con ambición. Martos se reinicia en territorio africano para volver a ser el mejor en España.