En un país como España con más de 2,572 millones de parados a cierre del pasado agosto y una tasa de desempleo juvenil que supera el 26,6%, el doble que la media de la eurozona, las empresas alertan de la gran dificultad que tienen para encontrar profesionales. Se trata de una realidad que, según la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), se debe en gran parte a los bajos salarios que perciben estos empleados, que deciden a menudo buscar nuevas oportunidades en otros países con mejores condiciones retributivas y mayor promoción de su carrera.

En los últimos datos disponibles del INE se observa que el salario más frecuente en España fue de 14.586,4 euros brutos, lo que indica las dificultades económicas que sufren los trabajadores no solo para llegar a fin de mes, sino también para hacer un plan de vida solvente, contratar una hipoteca para comprar un piso o, por ejemplo, tener una familia.

A este nivel retributivo hay que añadir que España es uno de los países comunitarios con mayor presión fiscal, tanto en lo que marca el Estado en cuanto a IRPF como en el resto de impuestos: IVA, IBI, tributos municipales, autonómicos o las altas tasas en las facturas energéticas, de carburantes... etc.

En este sentido, Funcas avisa de la dificultad para encontrar mano de obra en sectores como el de la tecnología, la salud y los servicios, tanto por los sueldos bajos como por la falta de cualificación, y sugiere medidas para mejorar este escenario e, incluso, plantea atraer talento extranjero y flexibilizar el acceso a la nacionalidad a los que tengan las titulaciones requeridas para ocupar estas vacantes que no se cubren.

En su último número de Cuadernos de Información Económica, Funcas analiza los factores de la escasez de mano de obra debido al envejecimiento de la población, los desajustes en la cualificación y la precariedad laboral de asalariados que no consiguen salir de la vulnerabilidad.

En un artículo elaborado por Miguel Ángel Malo, profesor titular en la Universidad de Salamanca, subraya que la escasez de mano de obra se ha convertido en un problema crucial para el mercado laboral no solo en España sino, en general, en los países desarrollados. «A pesar de las tasas elevadas de desempleo en países como España, ciertos sectores enfrentan una alarmante escasez de trabajadores cualificados», advierte Funcas. Además, explica que este fenómeno es consecuencia, en parte, de la digitalización acelerada y el cambio estructural en las economías modernas.

Aunque el problema es menos grave que en otros territorios europeos, el informe ve llamativo que esto se dé en una nación con tanto desempleo y que su impacto se haya dejado sentir en los sectores de alta y también de baja cualificación.

En cuanto al envejecimiento de la población, el think tank lamenta que no solo altera el número de personas disponibles en ciertas actividades por la jubilación de más empleados, sino que también es una muestra de que ocupaciones relacionadas con la salud y los cuidados tienen necesidades crecientes de mano de obra debido al alza del grupo de población mayor.

Respecto a los desajustes de cualificación, la organización sostiene que los desempleados disponibles para ocupar las vacantes laborales no tienen la suficiente formación requerida por las empresas, por lo que anima a que los programas educativos recorten este déficit actual.

El artículo concluye subrayando la importancia de políticas públicas para afrontar esta situación, enfocándose en la formación continua, la movilidad geográfica y la atracción de talento extranjero.