Jesús Sánchez, con tres estrellas Michelín por su restaurante El cenador de Amós (Cantabria), no solo es un enamorado de la cocina; también es un apasionado de la fotografía y, valiéndose precisamente de esa gran afición, ha aprovechado para retratar a compañeros de forma íntima y en lugares especiales: sus locales, sus barrios y pueblos, o los sitios que son sus vías de escape. Una faceta desconocida que cuando se intenta plasmar, asegura, pasa como en los fogones, «hay que probar y saber con qué que te vas a quedar» para lograr lo mejor.
El resumen de este empeño son 51 instantáneas en blanco y negro, que se expondrán hasta finales de este mes en la galería Juan Silió de Santander con el proyecto Mirada de chef. Una exhibición nutrida de imágenes inmortalizadas con una cámara Leica Q2 Monochrom, y realizadas entre los años 2022 y 2023.
Éste es un proyecto de largo recorrido, que nació en 2021 con la idea de aunar fotografía y fogones, explica Sánchez. «A mí me apetecía mucho y era una oportunidad de tener un leitmotiv sobre gastronomía y compañeros a los que pretendo sacar de su entorno de cocina, que muestren otro lado menos conocido», señala. Abrió fuego con Paco Morales, a quien hizo una instantánea «entrañable» y «familiar», en la cocina de sus padres junto a ellos, después de pasar una mañana en Córdoba y visitar su barrio.
Muchas miradas de chef
La muestra se posa después en otro medio centenar de compañeros, muchos de ellos conocidos por el auge y el protagonismo social y mediático que ha adquirido la alta cocina, y por los premios y distinciones logradas.
Hay fotos con imágenes familiares, de padres e hijos, de hermanos..., y las hay tomadas en los lugares de trabajo y de recreo o para «recargar pilas», varias en espacios naturales, otras urbanas, poses íntimas y desenfadadas, como la de los hermanos Torres, de los que solo se ven las piernas y cuyo retrato Sánchez sigue teniendo «pendiente».
A Joan Roca le fotografió en una de las dos imágenes que aparecen en esta muestra en el Jardín del Ángel de Gerona, a Mario Sandoval le captó en un recorrido que hicieron en su finca para eventos, y otros compañeros, como Eneko Atxa y Nacho Manzano, posan en bellos parajes naturales.
Donostia es el marco elegido por varios de los protagonistas: a Andoni Luis Aduriz le tomó una instantánea «muy potente», en un día de niebla y muy gris, típico del Cantábrico, a Martín Besarategui en un pantalán y a Pedro Subinaja delante del mar.
Estos últimos están entre los que hacen doblete en la exposición, porque el día que Sánchez inmortalizando a Berasategui se encontraron con Subijana en el casco viejo y aprovechó para captarlos juntos en su querida ciudad. También aparece dos veces Joan Roca, una en solitario y otra con su hermano Jordi.
La capital de España es, asimismo, otro escenario recurrente, con el barrio de Malasaña en el caso de Diego Guerrero, o en la Casa de Campo, con Dabiz Muñoz. Mientras, de Cantabria está en esta exposición Nacho Solana, estrella Michelín por la Cantabria rural (Ampuero).?
Ellas tienen también una importante representación: Susi Díaz, Ana Ros, Fina PuigdeVall y sus hijas, Carme Ruscalleda, Elena Arzak o Najat Kaanache queden reflejadas en estos retratos. Y en el ámbito internacional están José Avilez de Lisboa, o los mexicanos Benito Molina, Enrique Olvera, Jorge Vallejo, Elena Reigadas o Edgar Núñez.
Conocerse más
Al chef de El cenador de Amós esta experiencia le ha servido para conocer más a sus compañeros, y sobre todo en facetas «menos públicas». «Sacarlos de su entorno de cocina» ha sido uno de los objetivos del proyecto, cuya filosofía era quedar con la persona retratada y buscar un espacio o un motivo especial para ella.
El ejercicio, según destaca, era «establecer un diálogo de iguales». «Ellos no me miran a mí como fotógrafo. Sin embargo, yo los miro a ellos como cocineros y compartimos vivencias porque, sin decirnos nada, sabemos lo que sentimos cada uno, cuáles han sido los momentos más importantes de nuestra vida o qué estamos viviendo cada uno de nosotros. Y en ese espacio, hay un entendimiento que se produce con pocas palabras», señala Sánchez, que prevé participar en más iniciativas futuras de fotografía.
Referentes
Cuando por su labor profesional a este maestro de los fogones le ha tocado estar frente a la cámara, siempre le ha gustado dejar hacer y «ponerse en manos» del profesional. Y si se le pregunta por genios o referentes en el ámbito de la fotografía, habla de Javier Salas, Cristina García Rodero, Jorge Represa, o incluso de clásicos como Salgado o Cartier-Bresson. Su lista sería «interminable», sentencia.