Chery y Ebro han firmado este viernes el acuerdo para producir 50.000 vehículos anuales en 2027 en los antiguos terrenos de la empresa Nissan en la Zona Franca de Barcelona, y prevén alcanzar los 150.000 en 2029.
Lo han ratificado el consejero delegado de Ebro, Pedro Calef, y el vicepresidente internacional de Chery, Guibing Zhang, en un acto al que han asistido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; el vicegobernador de la provincia china de Anhui, Shan Xiangqian; el ministro Jordi Hereu y el conseller Roger Torrent, entre otros.
El proyecto inicialmente supone la incorporación de unos 150 trabajadores, actualmente en proceso de formación, si bien prevé recuperar hasta 1.250 puestos de trabajo: de este modo, se cierra el proceso de reindustrialización de la planta, que se inició en diciembre de 2021, cuando Nissan abandonó las instalaciones.
Zhang ha opinado que el acuerdo entre Chery y Ebro "no solo representa una asociación entre las dos empresas, sino también una cooperación estratégica entre dos países", y ha expresado su voluntad de participar en el bienestar de la ciudadanía local y del medioambiente.
Calef ha destacado que "el compromiso de Chery y Ebro en esta fábrica es total" y ha agradecido a las administraciones, a los agentes sociales y a los trabajadores su implicación en las negociaciones para la reindustrialización de las instalaciones.
Ha dicho que la creación de una 'joint venture' por parte de ambas compañías sella "un nuevo momento" para Europa, al ser la primera del continente en la que participa una automovilística China.
Fases de producción
Zhang ha explicado que esperan convertirse "en una de las principales bases de exportación de Chery a nivel mundial", si bien ha dicho que antes deben establecer en la Zona Franca un parque industrial de vehículos y componentes, algo que prevén hacer de forma gradual, mientras que Calef ha avanzado que estudiarán la construcción de un centro de I+D a finales de año.
En el cuarto trimestre de 2024 empezarán con la producción de los modelos Omoda 5 de Chery (el primero eléctrico de la marca y uno de combustión), para seguir a finales de año con dos modelos SUV de Ebro (uno de segmento medio y otro de medio-alto), bajo una plataforma y tecnología compartidas con Chery.
El arranque de la producción estará organizado en dos fases para acelerarlo: inicialmente se ensamblarán en la fábrica, para que en un "futuro próximo" la fábrica también albergue los procesos de soldadura, pintura y montaje, para lo cual las empresas prevén incorporar a proveedores locales.
Para a la distribución se contará con una red de concesionarios, que en el momento del lanzamiento dispondrá de 30 puntos de venta, y con las instalaciones de posventa necesarias para garantizar el servicio.