¡Como ha sucedido otras veces, un cortometraje titulado Une soeur (Una hermana), que estuvo nominado al Oscar en 2020, y realizado por la directora belga Delphine Girard ha dado lugar a un largometraje, Víctima Imperfecta. Un filme que analiza la violencia sexual entre adultos conocidos, de ahí que la directora hable de «una mala víctima».
¿Dónde está el germen de esta historia? ¿Cómo surge la idea?
En su origen, me basé en una llamada de teléfono que yo escuché en la que se podía oír a una mujer que fingía hablar con su hermana, pero realmente está llamando a un servicio de urgencias porque ha sido agredida violentamente. Esa llamada real sucedió en Estados Unidos y yo la escuche en Youtube.
Su película habla de la dificultad de denunciar una situación de violación cuando todos los factores están en su contra: la mujer es mayor de edad, es conocida del agresor y éste tiene una imagen modélica. ¿Cree que hay muchos casos así?
La mayoría son así, más del 95 por ciento de las violaciones son perpetradas por personas que se conocen, por situaciones de amistad que acaban mal. Pero seguimos teniendo la imagen de que una agresión sexual la comete un hombre extraño en un parking por la noche.
¿Por qué decidió profundizar qué ocurrió con la víctima, el agresor y la mujer de urgencias que contestó la llamada después de la trágica experiencia que vivieron?
Me parecía muy interesante. Quería que el personaje masculino estuviera bien definido porque si no abordamos el origen de la violencia no podemos avanzar y estaremos contando una historia incompleta. Cuando hablaba con Guillaume, que es el actor que lo interpreta, estábamos de acuerdo en que su personaje fue un chico que nunca pensó que sería un maltratador.
¿Se inspiró en alguna persona de los servicios de emergencia o surgió tras documentarse en el tema?
Estuve en contacto con operadoras de centros de llamadas en Bélgica. Una de ellas estuvo presente durante el rodaje y me fue aconsejando.
También habla de solidaridad femenina, porque hombres apenas aparecen, salvo el acusado…
Sí, pero yo creo que esta situación va a cambiar muy pronto porque este tipo de historias son de las que hablan mucho las mujeres pero no los varones. Mi principal deseo es que esta película sea una invitación a los hombres para que se comprometan.
Usted participó en una mesa en Madrid sobre Cómo el cine representa a las víctimas de violencia sexual. ¿Cree que lo está haciendo correctamente o hay mucho camino aún por andar?
Sigue habiendo mucho que hacer en este tema, pero salen a la luz muchos relatos, con matices diferentes, sobre mujeres que no piden perdón por existir, que no se sienten solo objetos en una habitación y yo creo que eso es bueno.