La Alianza Ibérica por el Ferrocarril, junto a CCOO, plantea al nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, el vallisoletano Óscar Puente, incorporar unos 40 servicios diarios más en los 14 corredores de Castilla y León para mejorar las comunicaciones con las cabecera de comarca y las capitales de provincia, como una forma también de combatir la despoblación. La propuesta se remitirá a su departamento, así como a las empresas públicas Renfe y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), así como a la Junta.
En concreto, este Plan de Servicios Ferroviarios, el tercero que se presenta en España tras los de Galicia y Castilla-La Mancha, plantea que cada corredor cuente al menos con cuatro servicios de ida y vuelta al día o más frecuencias, para facilitar los desplazamientos diarios para realizar gestiones cotidianas en municipios de mayor tamaño.
Además, otras de las demandas a Puente se centran en la construcción de cuatro nuevos apeadores y mejoras en la cadencia de los servicios en el corredor de proximidad Palencia-Valladolid-Medina del Campo, así como la reapertura del tramo urbano entre La Asunción y la estación de Matallana de la capital leonesa de la vía de ancho métrico y de la línea Burgos-Aranda de Duero-Madrid.
El experto en transportes de CCOO Castilla y León, Carlos Julio López, y el catalán Pau Noy, del Secretariado de la Alianza Ibérica por el Ferrocarril, presentaron este miércoles el plan de servicios ferroviarios de Castilla y León, que no se centra en las demandas de nuevas infraestructuras, sino en la utilización de todas las redes existentes en la Comunidad -alta velocidad, convencional y ancho métrico-, con la llegada el próximo año de los primeros trenes de los 500 encargados por Renfe. Además, indicaron que el traspaso de la gestión de Rodalies a una empresa mixta del Estado y la Generalitat Catalana no afectará a otros territorios.
La propuesta demanda en total unos 40 servicios más al día en Castilla y León, donde unas 60 estaciones de las 184 existentes no cuenta con parada de trenes, supondría recuperar la oferta existente en la Comunidad antes de la modificación de las obligaciones de servicio público (OSP) de la anterior crisis económica, que desembocó en recortes en las líneas con menor demanda.
Además, insistieron en que su implementación supondría "calderilla" para las arcas del Estado, si bien reconocieron que habría que modificar las OSP y cambiar el régimen tarifario, tanto en las vías de alta velocidad para no aplicar precios Avant a servicios regionales, como con algún bono similar al de Alemania, que por 49 euros permite viajar por todo el país.