La consejera de Industria y Empleo, Leticia García, apostó hoy en Valladolid por avanzar en el reto "muy importante" de la incorporación de trabajadores con discapacidad y en riesgo de exclusión al mercado ordinario y así lograr que muchas de estas personas den el salto de los centros especiales de empleo a las empresas privadas, que es lo más difícil. De ahí que valorara la labor del tránsito final hacia el mercado ordinario, que es un ámbito que, a su juicio, hay que reforzar. En este sentido, destacó que el Plan Estratégico de Fomento de la Economía Social de Castilla y León, aprobado en diciembre de 2023 y con vigencia hasta 2025, ha logrado que 31 personas ya se hayan incorporado al mercado ordinario.

Antes de la inauguración del Centro de Fabricación Aditiva Social (FAS) del Grupo Lince, dependiente de la Fundación Personas, la consejera citó el plan estratégico con la doble vertiente de apoyar la inclusión laboral de las personas en riesgo de exclusión social o con discapacidad en el mercado protegido pero también el tránsito al mercado ordinario. En la actualidad, la Junta ya ha invertido unos 40 millones de euros en la economía social, desde el inicio del plan, que, entre otras cosas, facilitan el mantenimiento del empleo para 6.300 personas con discapacidad en la Comunidad, repartidas en los 315 centros especiales. Valoró que, en los últimos tiempos, se hayan incorporado 270 individuos a su primer empleo. "La Junta ha demostrado que hay un modelo exitoso de la economía social que da oportunidades laborales", sentenció.

Además, apuntó, según recogió la Agencia Ical, que la Consejería, sobre todo desde su llegada, ha hecho "esfuerzos ingentes" para incidir en los sectores con mayores problemas de inserción laboral, con los colectivos "más excluidos". Señaló que se ha dado "una vuelta" a todas las bases reguladoras de las ayudas de la Junta, que se han revisado al alza, para integrar a las personas que tienen mayores dificultades. Citó el incremento de las ayudas para los mayores de 45 años, personas con parálisis cerebral, trastornos de la salud mental y del espectro autista y las discapacidades con más del 65 por ciento. Tampoco se olvidó del ámbito del autoempleo en la economía social. 

Leticia García consideró que el centro será un "hito histórico" en el ámbito de la inclusión laboral, tanto de personas con discapacidad como en riesgo de exclusión social. No en vano, señaló que es un centro "vanguardista y moderno", gracias a su tecnología, y conectado con la industria. A su juicio, el proyecto demostrará la capacidad de Castilla y León para que cualquier persona "motivada" y con una formación adecuada puede trabajar en la automoción y otros sectores punteros "sin limitaciones, prejuicios ni estigmas". Algo que, sentenció, debe ser motivo de orgullo. "Hay que valorar que desde instalaciones de este tipo se puede colaborar con la industria y capitalizar todas las oportunidades empresariales, como se ha demostrado con Renault", incidió.

La consejera recordó que el Centro Especial de Empleo del Grupo Lince cuenta con unos apoyos "muy importantes" de la Junta, que van desde los programas de formación con compromiso de contratación hasta las ayudas económicas a la industria 4.0, sin olvidar los soportes a la inversión que supone la inclusión de estos colectivos en el mercado laboral. A su juicio, este tipo de proyectos permiten avanzar en la carrera hacia una igualdad real, efectiva e inclusiva en el ámbito laboral.