La Comisión Antiviolencia propuso este martes el cierre completo del estadio del Atlético de Madrid durante dos semanas y multar al club con 65.000 euros por los incidentes ocurridos en el derbi de la octava jornada de liga ante el Real Madrid, el 29 de septiembre, confirmó el Consejo Superior de Deportes (CSD).
Antiviolencia acordó por unanimidad proponer la multa y el cierre, tras tener en cuenta todos los hechos en el fondo sur bajo del estadio, incluidos el lanzamiento de objetos al portero del Real Madrid Thibaut Courtois, la exhibición de simbología nazi y de una pancarta identificativa de un grupo radical situado en la zona de la grada en la que se produjeron los incidentes por los que se suspendió temporalmente el partido.
También la invasión por parte de dos aficionados del terreno de juego, la introducción en el recinto de una navaja peligrosa y la celebración de los jugadores del Atlético de Madrid con dicha zona de la grada.
La Comisión apunta que los incidentes fueron protagonizados por miembros de un grupo radical, que previamente ya habían cometido infracciones tipificadas en la Ley 19/2007 contra la violencia en el deporte, "circunstancia comunicada y conocida por el club".
"Los anteriores hechos se subsumen en los tipos infractores relativos a las graves deficiencias en las medidas de control de acceso y permanencia de espectadores y el apoyo y promoción del grupo radical y/o violento anteriormente señalado", añade en su resolución.
A fecha de hoy, están identificados seis espectadores de los que participaron en los incidentes, por los que el partido fue suspendido temporalmente durante unos 17 minutos, y veinte están en proceso de identificación por parte de las autoridades competentes.
Antiviolencia también acordó proponer una serie de sanciones para los aficionados ya identificados, todos miembros del grupo ultra.
Sanción de 30.000 euros y prohibición de acceso a los estadios por un periodo de 18 meses para un aficionado por realizar reiteradamente gestos amenazantes y obscenos dirigidos a los jugadores visitantes, escupir y arrojar diversos objetos y encontrarse en posesión de una navaja peligrosa en el interior del estadio.
Sanción de 10.000 euros y prohibición de acceso a los estadios por un periodo de 12 meses para un aficionado que ocultaba su rostro con una capucha con iconografía nazi e invadió el terreno de juego.
Sanción de 9.000 euros y prohibición de acceso a los estadios por un periodo de 12 meses para un aficionado que, subido en un atril situado en la grada de fondo sur bajo, arengó reiteradamente al resto de aficionados de dicha grada, escupió en dirección al terreno de juego, realizó reiterados gestos obscenos dirigidos a los jugadores visitantes e invadió el terreno de juego.
Tres propuestas de sanción de 3.001 euros y prohibición de acceso a los estadios por un periodo de seis meses para tres aficionados por proferir reiterados insultos graves, arrojar objetos al terreno de juego y realizar gestos obscenos dirigidos a los jugadores visitantes.
Antiviolencia señaló que "la seguridad en los eventos deportivos es un derecho irrenunciable, por lo que resulta inaceptable que un grupo de aficionados ultras sean protagonistas de actos de violencia e intolerancia en un espacio que debe ser de respeto y convivencia".
"En el ejercicio de sus competencias, la Comisión Antiviolencia no va a permitir que minorías violentas mancillen el buen nombre del deporte español con comportamientos que afectan a los verdaderos aficionados, una mayoría que merece disfrutar del espectáculo deportivo en condiciones de seguridad", aseguró.
También reiteró la necesaria colaboración e implicación por parte de los clubes en la identificación y expulsión de los violentos. "La experiencia demuestra que esa es la vía para la erradicación de este tipo de comportamientos, en favor de los aficionados que celebran la pasión por su equipo desde el respeto, el civismo y la convivencia", agregó.
La Comisión Antiviolencia es un órgano colegiado encargado de la formulación y realización de políticas activas contra la violencia, la intolerancia y la evitación de las prácticas racistas, xenófobas y LGTBIfóbicas en el deporte.
Está formada por representantes del Consejo Superior de Deportes, el Ministerio del Interior, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil, la Real Federación Española de Fútbol, las ligas profesionales y la Fiscalía General del Estado.
El derbi Atlético-Real Madrid (1-1) se suspendió en el minuto 69, durante 17 minutos tras el lanzamiento al césped de tres mecheros y una botella de agua en la zona donde se encontraba el portero del Real Madrid, el belga Thibaut Courtois -exjugador atlético- y después de la celebración por su parte del gol de su equipo, que supuso en 0-1.
El acta del árbitro Mateo Busquets Ferrer reflejó que tras el gol del Real Madrid, en el minuto 64, se lanzaron varios objetos -tres mecheros y una botella de agua, a dicha zona, sin que impactaran en el guardameta, por lo que activó el protocolo ante esta situación para emitir por megafonía de un mensaje para que cesaran los lanzamientos.
Ante la repetición de estos el aviso se emitió de nuevo en el minuto 65 y dos minutos después, "ante la continua repetición de lanzamiento de objetos", procedió a la suspensión temporal del partido y ordenó la retirada de los equipos a los vestuarios.
Antes, el capitán del atlético, Koke Resurrección, fue el primero que acudió al fondo a pedir que remitiese el lanzamiento de objetos y posteriormente lo hicieron José María Giménez y el técnico Diego Simeone. El partido se reanudó 17 minutos después sin más incidentes hasta el final.
Por estos hechos el Atlético de Madrid fue sancionado por el Comité de Disciplina de la Federación Española de Fútbol (RFEF) con tres partidos de cierre parcial del fondo sur de su estadio (en los próximos encuentros contra el Leganés, Las Palmas y Alavés). El club ha recurrido la sanción al Comité de Apelación.