Media el Numancia su capacidad de liderazgo en su visita a un histórico como el Helmántico y lo cierto es que los sorianos no pudiero ofrecer su mejor versión de la temporada, y aunque tuvieron el triunfo en sus manos con el gol de Teijeira a cinco minutos para el final no pudieron mantener la ventaja y el Salamanca fue capaz de igualar la contienda apenas un minuto después del gol soriano.

Había hecho el Numancia lo más difícil después de un mal partido, pero no es el equipo de inicio de temporada y no supo guardar la ventaja. Con apenas cinco minutos para el final más el añadido, los de Aitor Calle no supieron defender la ventaja que hubieran supuesto tres puntos más en el casillero de los rojillos.

Da primera parte podemos contar tuvo muy poco. Casi nada. El fútbol justito por parte de dos equipos que buscaron la portería rival con mucha prudencia y, además, las interrupciones fueron una tónica constante durante este primer acto. Primero porque hubo que atender a Martín Galván y a Kudakovskiy por un choque dentro del área numantina; después porque Martín no pudo seguir y tuvo que ser sustituido a la media hora de partido, y más tarde porque Góngora también se hizo daño en una disputa con su defensor. Hasta Alain Ribeiro, en una disputa área, se hizo daño y tuvo que ser atendido por el fisio numantino Mario Calonge.

Pesaban las cosas externas al fútbol. Demasiadas interrupciones y muy poca continuidad en el juego que, dicho sea de paso, comenzó con un saque esquina a favor de los rojillos en el primer minuto de partido. El resto, un cabezazo de Moustapha que se marchó desviado tras rematar una falta lateral y un disparo de Góngora que tampoco encontró los tres palos defendidos por Eric Ruiz.

La segunda parte fue similar, pero al final del partido al menos ofreció goles. Uno por cada bando. En la única combinación que ofreció el Numancia en el partido consiguió el premio del gol. Teijeira, que acababa de salir al terreno de juego, recibió un buen centro de Sanchidrián y ajustó al palo para superar al meta local.

Quedaban cinco minutos para el final del partido y el Numancia, sin merecerlo especialmente, se ponía delante en el luminoso. Lo conseguido parecía lo más complicado, pero apenas sacar de centro los locales consiguieron el empate. Ganaron una superioridad por banda derecha, centraron, dispararon y el  rechazo de Kudakovskiy quedó franco para que Álvaro mandara el balón a las mallas.

Un minuto después del gol rojillo, el cuadro charro estableció la igualada, demostrando que el empeño vale la pena cuando se compite de tú a tú y el Salamanca lo hizo desde el primer minuto, como fue reconocido por los presentes, que dejaron claro que había sido el mejor partido como locales de la temporada. No queda otra que apretar los dientes, competir y pelear siempre como si fuera el último de los objetivos.