Cumplir una promesa no siempre es factible, pero para un soriano los Sanjuanes son un lazo inquebrantable y más si se trata entre familia. A Piedad Vargas Soria su tío José Antonio Vargas Hernández le llevaba pidiendo que fueran jurados «casi desde pequeña» porque él «tenía esa ilusión». Han tenido que pasar unos cuantos años y algún problema de salud para que el sueño se vea cumplido: son los alcaldes de barrio de Santa Catalina, una Cuadrilla que este año, indican entre bromas con sus colaboradores, es 'La Cuadrilla'. Lo dicen porque, a pesar de que los de una y otra parte son de generaciones diferentes «hemos hecho una piña» y, «aunque nosotros seamos la cara visible como jurados, sin ellos, sin la gente, estas fiestas no serían lo mismo. Son lo más importante». «Es una Cuadrilla fantástica», remarca Piedad.
Los jurados de la Cuadrilla de Santa Catalina afrontan las fiestas con la alegría de quien las ha vivido «desde siempre» en el seno familiar. José Antonio ha sido «peñista de toda la vida», fue incluso presidente de la Poca Pena. Y Piedad recuerda con cariño su participación en los festejos «desde pequeña, en los tastarros con mis padres y sus amigos». El amor a las fiestas y a la familia ha tenido mucho peso en la decisión de ser jurados. Ambos recuerdan aquel Miércoles El Pregón cuando José Antonio salió del hospital y le recordó a su sobrina ese antiguo sueño de convertirse de alcaldes de barrio en alguna ocasión y así sucedió. «Yo soy soltero y ella es mi única sobrina, así que estoy muy contento», indica el jurado;«siempre hemos tenido muy buena relación y quién mejor que yo para acompañarle», reflexiona la jurada.
Ambos cuentan con un día especial de las fiestas de San Juan y, a buen seguro, se emocionarán aún más en estos Sanjuanes en los que representan a la Cuadrilla de Santa Catalina. Para la jurada es el Jueves La Saca porque «el monte siempre me ha tirado mucho y en cuanto se escuchan los cohetes es una adrenalina tremenda, pero yo creo que eso nos pasa a todos los sanjuaneros, como una especie de arranque». El jurado coincide en la jornada, pero «como peñista, como jurado creo que el Domingo de Calderas es espectacular, el día más grande y el más solemne».
decoración artística. Profesora de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Soria, Piedad se ha esmerado en la decoración del local de Cuadrilla con los murales picassianos, además de otro mural con un mantón bordado por su madre «para tenerla presente porque se ha trabajado los trajes». José Antonio, orgulloso de su sobrina, destaca el «cariño» que le ha dedicado a los murales, aunque en otra de las paredes («ésa es mía», indica), tenemos banderines de los años 60, bastones de la peña Poca Pena» y otros recuerdos. El esmero en los detalles es fruto de la «necesidad de volcarnos en la decoración, creo que lo necesitábamos porque nuestra Cuadrilla algunos años ha ido saliendo tarde y los jurados de años anteriores han hecho lo que han podido».
Para las fiestas de San Juan desean, además de salud para cumplir, «que acabemos igual de bien que hemos empezado». «Tenemos muchos gaiteros, así que siempre hay buena fiesta y buen ambiente», concluye el jurado.