Desde la imposición del nuevo formato de la Eurocopa (la fase de grupos llegó en 1980), estrenarse con cierto decoro no ha sido una tarea fácil. El recién llegado paga los platos rotos de los grandes y los habituales… pero hay ciertas excepciones. Georgia, rival de España en octavos de final, es el octavo debutante en la competición que logra superar la primera fase. 

1984

Portugal, que con el antiguo formato ya había sido tercera en 1966 (su única Euro disputada), se estrenó en el formato actual en Francia 1984. Apenas había ocho participantes y quedó encuadrada en el Grupo B:fue segunda tras España, superando a Alemania y Rumanía. Disputó las semifinales ante la anfitriona y perdió por 2-1 en la prórroga.

1992

Suecia aprovechó su condición de local para sorprender a todo el mundo: fue primera del Grupo A derrotando a Inglaterra y Dinamarca y empatando con Francia. Los 'vikingos' vendieron cara su piel en semifinales ante Alemania: los Brolin, Eriksson y compañía perdieron por 2-3. La Eurocopa quedó 'en casa': los vecinos daneses se llevaron el título contra todo pronóstico. 

1996

Con la selección formada y reconocida definitivamente en 1991, Croacia debutó con honores en la Eurocopa de Inglaterra. Ya con cuatro grupos sobre el tapete, la generación dorada capitaneada por Suker o Boban fue segunda en el Grupo D y jugó los cuartos de final ante la campeona, Alemania, que le ganó por 2-1. 

2016

Con la ampliación de 16 a 24 participantes, fueron varias las selecciones debutantes en una Eurocopa… y también varias las que superaron la fase de grupos. Gales se estrenó con un primer puesto en el Grupo B (sorprendiendo a Inglaterra, Eslovaquia y Rusia)… y a todo el planeta, ya que alcanzó las semifinales tras tumbar a Irlanda del Norte (también debutante, que alcanzó los octavos como mejor tercera en su grupo) y a Bélgica en cuartos de final. Solo Portugal, campeona a la postre, pudo con los galeses. Los eslovacos también pasaron como uno de los mejores terceros, aunque claudicaron en octavos ante Alemania (3-0). La cuarta debutante con éxito fue Islandia, país de apenas 380.000 habitantes, que protagonizó la historia más emotiva del torneo: fue segunda del Grupo F (por encima de Portugal) y tumbó a Inglaterra (2-1) en octavos. La anfitriona, Francia, pinchó el globo en cuartos con un 5-2.