El exmandatario estadounidense Donald Trump (2017-2021) aseguró que contará con la exembajadora de EEUU ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, si resulta vencedor de las elecciones presidenciales previstas para el 5 de noviembre.
"Creo que ella (Haley) estará en nuestro equipo de alguna forma porque compartimos ideas y tenemos los mismos pensamientos", dijo el jueves a la prensa de EE.UU. el probable candidato del Partido Republicano -debe oficializarse en la Convención Nacional Republicana de julio- tras un multitudinario mitin en el Bronx (Nueva York).
Las palabras de Trump sobre la que fuera su última rival interna en la carrera por la Presidencia llegan un día después de que ésta declarara públicamente que votará por el expresidente porque, "aunque no es perfecto", un segundo mandato del demócrata Joe Biden "sería una catástrofe", aseguró.
Estas declaraciones sorprendieron después de las críticas vehementes durante el proceso de primarias a su antiguo oponente, al que a menudo calificó de "desquiciado".
"Tuvimos una campaña desagradable, pero es una persona muy capaz y estoy seguro de que va a estar en nuestro equipo de alguna forma", recalcó Trump.
En una publicación en su plataforma Truth Social el 11 de mayo, el exjefe del Ejecutivo estadounidense escribió que Haley "no está siendo considerada" para ser su candidata a la vicepresidencia.
Ayer, Trump eludió responder a la pregunta concreta de si ahora la contemplaba para este puesto y, en su lugar, enumeró los nombres de otros políticos republicanos que "están haciendo un fantástico trabajo": los senadores Marco Rubio y y J.D. Vance, la congresista Elise Stefanik y el doctor Ben Carson.
La Convención Nacional Republicana está prevista del 15 al 18 de julio en Milwaukee y será allí donde "en algún momento" desvele el nombre de la persona que ocuparía la vicepresidencia en un hipotético regreso del político conservador a la Casa Blanca.
El mitin de Trump este jueves en el Brox fue su primer gran acto electoral y llegó tras más de un mes asistiendo a un tribunal de Nueva York, donde se le acusa por la vía penal de falsificación de documentos para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels y proteger así su campaña electoral de 2016.