El Ayuntamiento de Soria ha requerido a la Junta de Compensación que se encargará de la promoción y edificación de la nueva unidad urbanística del Caballo Blanco «más información y documentación» para resolver la «diferencia de criterio» surgida entre los propietarios y los técnicos municipales. Hasta entonces, y una vez puedan resolverse las dudas surgidas en el seno del departamento de Urbanismo del Consistorio soriano, no podrá llevarse a cabo la distribución de los diferentes coeficientes de ponderación de la propiedad que deben ser repartidos proporcionalmente entre los miembros que conforman la Junta de Compensación y queda en el aire por tanto, confirma el responsable municipal de Urbanismo, Luis Rey, otra de las operaciones asociadas a esta nueva unidad urbanística: el paso a municipal de los terrenos circundantes, del antiguo edificio de la harinera y el silo ubicados junto al Pereginal, en las márgenes del Duero. «Cuando se apruebe el proyecto de actuación del Caballo Blanco pasará a ser municipal al ser un sistema general adscrito a ese sector» sin necesidad de suscribir acuerdos adicionales de permuta de terrenos, explica el edil, que espera que se avance próximamente en este tema. Hay conversaciones periódicas entre el Ayuntamiento y la propiedad aunque, matiza Rey, esas «diferencias de opinión» hacen que la reversión de los terrenos de la antigua harinera, unas nueve hectáreas con tipología de suelo urbano no consolidado vinculado al nuevo sistema general como espacio libre, continúe en el aire; «en un veremos», puntualiza el concejal de Urbanismo.
El plan de actuación de la zona conocida como el Caballo Blanco es un tema «complejo» en el que incluso han surgido disparidad de criterios entre «la parte mayoritaria y otras de minoritarias» vinculados a los coeficientes de ponderación de la propiedad que deben aplicarse, insiste Rey. Una vez llevado a cabo el reparto de los terrenos y aprobado el plan de actuación para edificar en esa nueva unidad de ejecución urbanística «cada uno de los propietarios deberá inscribir en el registro», puntualiza el edil.
No hay fecha límite para resolver el tema, pero hasta que se materialice la aprobación de la nueva unidad de actuación que debe promover la propiedad, el Consistorio tampoco podrá poner a su nombre los terrenos de la antigua harinera. Por tanto, de momento, aún no hay un proyecto concreto para la zona.
A grandes rasgos, los planes de futuro del Consistorio soriano para esta área de las márgenes junto a la recién recuperada muralla medieval del tramo puente de piedra-ermita del Mirón contemplan la conservación y aprovechamiento del edificio principal y el antiguo silo. El resto de los terrenos se incorporarían al nuevo parque urbano, que llevará el nombre de Gustavo Adolfo Bécquer, y que será una de las tres nuevas grandes áreas verdes que circundarán en forma de anillo vegetal perimetral a la ciudad.
La idea del equipo de Gobierno es preservar ambientalmente la zona anexionándola para disfrute ciudadano de forma muy similar a las zonas ya municipales de las márgenes del Duero y el paseo de San Prudencio. Con el paso de estas alrededor de nueve hectáreas al dominio del municipio, el Consistorio de la capital recuperaría la titularidad pública de prácticamente las dos orillas del río Duero para disfrute público.
propuestas. La construcción de un cámping (una propuesta que vino desde las filas del Partido Popular) o incluso la puesta en marcha de un hotel balneario emblemático en el edificio de la antigua fábrica fueron algunos de los usos que se han aventurado a lo largo de los últimos años para aprovechar los terrenos que, no obstante, presentan el inconveniente de que se encuentran en una zona declarada como inundable. De momento, el Ayuntamiento de Soria mantiene la prudencia y quiere esperar a que se resuelva toda la tramitación administrativa y urbanística que aún queda pendiente para formalizar el traspaso de propiedad de esa área.