El nuevo Plan sobre Adicciones de Castilla y León 2024-2030 ampliará las actuaciones más allá de las drogas tradicionales para hacer frente a los nuevos problemas que afectan especialmente a los más jóvenes como el juego online, el uso problemático de internet, el consumo de bebidas energéticas, los vapeadores, o la creciente preocupación sobre el cannabis. Sensibilización, prevención, formación, asistencia y reinserción social son las distintas etapas en las que la Junta de Castilla y León desplegará las 156 acciones previstas durante esta década, y que abarcan desde las etapas previas al embarazo, pasando por bebés y niños, la infancia y adolescencia, hasta llegar a los mayores de edad. La Consejería de Familia se encuentra rematando el marco estratégico de un programa, todavía susceptible de sufrir cambios, que llegará hasta 2030 con más de 90 millones de euros de presupuesto bajo un objetivo común de «reducir la mortalidad, morbilidad y los problemas sociales relacionados con el consumo y dependencia de las drogas».
El borrador del VIII plan autonómico de adicciones al que ha tenido acceso este periódico busca seguir la estela de sus predecesores pero, por primera, integra dentro del documento las conocidas como 'adicciones sin sustancia', que hasta ahora tenían un plan separado y pasan a estar bajo el mismo paraguas que el alcohol, el tabaco, o la cocaína. Entre las medidas incluidas en las cinco líneas estratégicas que soportan la arquitectura del programa, todavía sujeto a cambios, se encuentra la ampliación de los espacios libres de humo en Castilla y León. Una medida que el documento vincula «especialmente en zonas compartidas con población menor de edad» como playas, riberas con espacios comunes, parques recreativos, parques naturales, estadios abiertos y canchas deportivas..., y que se sumaría a la ofensiva del Ministerio de Sanidad por reducir los lugares permitidos para fumar tabaco.
Otra de las medidas que refiere el departamento que lidera Isabel Blanco persigue el objetivo de reducir el consumo de alcohol entre los jóvenes –el 60% de los escolares bebe una vez al mes– y elevar su edad de inicio –14 años–. Para ello quieren vincular la concesión de licencias ambientales a bares y peñas para vender bebidas alcohólicas con la participación de sus promotores en cursos de «venta responsable de alcohol». Así como la creación de un «sello de calidad» que distinga a aquellos establecimientos que se han formado en esa venta responsable. También para esta población se mantienen medidas ya incluidas en el anterior plan como la promoción de lugares de ocio «libres de alcohol» como «alternativa» a las discotecas o el botellón.
Internet y Apuestas
El borrador del plan, muy vinculado también con la Consejería de Sanidad, llama a «evitar» que los menores de dos años tengan contacto con pantallas y a «retrasar el acceso a los smartphone lo más posible». También dentro de la lucha contra el uso problemático de internet y los videojuegos, y su salto a las apuestas, Familia impulsará el programa 'Pausa y Reconecta' y reforzará las acciones escolares y extraescolares, ya que el 18,1% de los estudiantes de Castilla y León «hace un posible uso compulsivo de internet».
Se incluye por primera vez dentro del plan de adicciones la problemática de las apuestas, tanto online como presenciales, por su creciente prevalencia entre los más jóvenes. Y es que, a pesar de que en la población general se aprecia «una disminución de esta práctica tras la pandemia», entre los estudiantes se ha producido una «elevación significativa del juego con dinero tanto en el formato presencial, como el on-line, y el juego problemático». El objetivo hasta 2030 que se marca la Junta es «aumentar» la percepción del riesgo sobre esta práctica y retrasar, lo más posible, las primeras apuestas entre los jóvenes.
Otras medidas
El VIII plan autonómico pondrá especial atención también sobre el cannabis, alertados en la Consejería de Familia por la relajación entre los jóvenes sobre su consumo. Reconocen en el borrador que el cannabis, «a pesar de ser una droga ilegal, presenta una percepción del riesgo, un grado de aceptación social y unas frecuencias de consumo a lo largo de la vida y en el último mes, que se aproximan a las drogas legales como el tabaco». Realidad que preocupa en el departamento de Isabel Blanco, ya que esta continúa siendo la droga ilegal más frecuentemente consumida en Castilla y León. De hecho, casi el cuatro de cada diez personas de la Comunidad la han consumido alguna vez en su vida, con una edad de inicio cercana a los 15 años.
Aunque no tiene ninguna medida específica, el texto reconoce la problemática derivada del «aumento significativo» del consumo de bebidas energéticas entre la población general, y en especial entre los escolares. Realidad ante la que algunas comunidades ya han optado por prohibir su venta a menores de edad, aunque Castilla y León todavía no se ha posicionado al respecto. La mira del plan de adicciones también estará puesta en los cigarrillos electrónicos o 'vapeadores', cuyo uso «se ha elevado de forma significativa».
Cinco líneas estratégicas
El objetivo general del primer pilar estratégico es reducir la prevalencia de consumo de bebidas alcohólicas y energéticas, tabaco, cannabis y otras drogas; elevar la percepción del riesgo; modificar las normas sociales y culturales que favorecen el consumo; retrasar la edad de inicio; y reducir la disponibilidad del alcohol entre jóvenes. La segunda línea estratégica persigue reducir los riesgos y los daños personales, familiares y sociales derivados del consumo de drogas. Para ello se buscará disminuir la conducción bajo los efectos del alcohol y otras drogas; evitar la exposición al humo de tabaco, especialmente en el contexto laboral y familiar.
La tercera se centra en la asistencia e incorporación social de personas con trastornos adictivos. Se facilitará el abandono del consumo y la adicción mediante programas y servicios asistenciales accesibles, eficaces y de calidad; y se promover la incorporación social y laboral de drogodependientes y con trastorno por juego patológico. El cuarto eje estratégico quiere promover la formación, evaluación e investigación en materia de adicciones en colectivos profesionales y mediadores relacionados con el campo de las adicciones; realizar pilotajes con evaluación de proceso de los nuevos programas; y fomentar la investigación aplicada de calidad en materia de adicciones.
Por último, el VII plan autonómico impulsar la coordinación y cooperación entre instituciones y entidades para el desarrollo del mismo. Entre las medidas se encuentra reforzar la coordinación y cooperación entre las consejerías, especialmente la de educación, sanidad y empleo, y promover la participación social y la cooperación.