La falta de plazas de aparcamiento, sobre todo en rotación, afecta especialmente al Casco Histórico de la capital soriana y a barrios aledaños como el Calaverón o San Pedro. Las 1.032 plazas disponibles en los cuatro párquines subterráneos que dan servicio actualmente al centro de la ciudad (Dehesa Park en el paseo del Espolón y Mariano Granados; Interparking, en la plaza del Olivo, y el de la calle Doctrina del Mercado Municipal de Bernardo Robles), y a las que se suman las alrededor de 630 plazas de zona azul distribuidas en distintas zonas, resultan insuficientes para absorber toda la demanda (según la Dirección General de Tráfico el censo de vehículos domiciliados en la capital se elevan a 30.257). De ahí que el Ayuntamiento de Soria contemple seguir habilitando soluciones dentro de un modelo de ciudad «en el que se peatonaliza, pero se dan alternativas a los vehículos», insiste la concejala de Obras y Servicios, Ana Alegre. Así, en 2025 se proyecta poner en marcha sendos aparcamientos disuasorios en el entorno de la carretera de Logroño, vía que se está mejorando dentro del proyecto de humanización de las travesías, y también en el Hospital Santa Bárbara, donde la ampliación del centro hospitalario auspiciado por la Junta de Castilla y León se ha llevado a cabo a costa del espacio reservado antiguamente a estacionamiento de automóviles sin ofrecer alternativas, según recalcó el alcalde de la ciudad, Carlos Martínez Mínguez, en el pasado pleno del Estado del Municipio.
El Consistorio aún tiene pendiente que redactar la memoria para determinar los detalles y la viabilidad de las nuevas infraestructuras de estacionamiento, pero ya ha consignado una partida de 200.000 euros para ello en los Presupuestos Municipales de 2025. En el caso del aparcamiento disuasorio que se proyecta en el entorno de la carretera de Logroño, el Consistorio ya cuenta con una parcela en propiedad en el entorno de la ermita del Mirón en la que, a falta del proyecto definitivo, podrían habilitarse alrededor de 70 nuevas plazas de aparcamiento. La intervención, avanza Alegre, se completaría con la adecuación del camino de acceso desde la carretera de Logroño, una mejora de esta área que se traducirá también en el refuerzo de la iluminación. Allanar, asfaltar y dividir posteriormente el espacio para rotular las diferentes plazas de estacionamiento son básicamente las tareas que incluirán estos proyectos de aparcamientos disuasorios que se espera ejecutar ya a lo largo del año próximo si todo va bien aunque, en el caso del Hospital Santa Bárbara, tiene una dificultad añadida.
El Consistorio no cuenta con terrenos propios en la zona, lo que le aboca a llegar a posibles acuerdos con los propietarios de los que se encuentren disponibles, que tampoco son muchos, recalca Alegre. Aún así, se espera hallar una solución al problema. Si en el caso del Mirón la infraestructura permitiría dar cobertura tanto a vecinos de la zona como a turistas, en el caso del Hospital Santa Bárbara su puesta en marcha es acuciante por el número de usuarios que hacen uso cada día de las instalaciones médicas. «Es un hospital provincial y viene también mucha gente de los pueblos», argumenta Alegre, que también critica la falta de previsión de la Junta de Castilla y León en materia de dotación de aparcamientos al proyecto de ampliación del centro hospitalario. «Ha congestionado la zona», declara la responsable municipal de Obras y Servicios. «Nosotros cuando planificamos una obra trabajamos en cómo dar una solución a los aparcamientos que se quitan. Como en el caso de la mejora de la calle Doctor Fleming», objetó Alegre.
De hecho, el Consistorio soriano trabaja ya al medio-largo plazo, como en la ampliación del Centro Cultural Palacio de la Audiencia o incluso en el futuro recinto ferial y de innovación cultural que el Ayuntamiento de Soria prevé crear, a la espera de encontrar la financiación necesaria, en los terrenos del antiguo centro penitenciario de la capital, en la calle La Casas. «Tenemos que ver y valorar» la posibilidad de crear un aparcamiento público que dé servicio no sólo a las futuras instalaciones, avanza la responsable municipal de Obras y Servicios, sino también a los residentes de la zona y posibles visitantes ocasionales que llegan desde otros puntos de la provincia. «Tenemos que ver que no sólo se utilice cuando se celebre, por ejemplo, la feria ganadera», concluye la concejala de Obras y Servicios.
Es evidente la preocupación de la ciudadanía por la falta de aparcamiento. De hecho, en los Presupuestos Participativos para 2025 se presentaron dos propuestas relacionadas con este tema. La primera abogaba por la creación, siguiendo el ejemplo de otras ciudades como Pamplona, de grandes superficies de aparcamiento de vehículos en las proximidades del centro de la ciudad, gratuitos las 12 primeras horas de cara al turismo y visitas de sorianos de otras localidades para la realización de gestiones. La idea fue la sexta opción más votada en los Presupuestos Participativos reuniendo un total de 52 votos. Menos obtuvo, sin embargo, otra propuesta ciudadana que planteaba habilitar los terrenos que existen en las traseras de la concatedral de San Pedro como zona de aparcamiento abierto al público «con coste para foráneos y gratuito para residentes» y el objetivo de descongestionar la falta de aparcamiento en el barrio y servir para grandes eventos en la zona como la Semana Santa o el Festival de Música Afroamericana Enclave de Agua o el de las Ánimas.
el primero. Con el nuevo modelo de ciudad y un Casco Histórico peatonalizado, las 150 plazas del parquin de la plaza del Olivo eran insuficientes para absorber toda la demanda y se hacía vital dar solución al tráfico rodado y al estacionamiento de vehículos. «La tendencia de las ciudades es que éstas sean cada vez más para el peatón», explica Alegre, y eso implica ofrecer alternativas de convivencia para los vehículos que, hasta hace poco, se habían 'adueñado' de los núcleos urbanos. Surgieron así los aparcamientos subterráneos del paseo del Espolón, que abrió sus puertas el 24 de diciembre de 2013, con 434 plazas disponibles para rotación, y también residentes; el de Mariano Granados, que añadió otras 324 plazas en agosto de 2014; y el de la calle Doctrina que da servicio al Mercado Municipal con 124 a las que se sumarán otras 70 dentro del proyecto de ampliación cuyas obras, después de casi un año paralizadas, se ha retomado hace unas semanas.
A ellos se unirá en el futuro las 400 plazas para residentes y en rotación que incluye el proyecto de ampliación del Centro Cultural Palacio de la Audiencia, actualmente a la espera de consignación presupuetaria (el Gobierno regional debe aportar el 70% y el Consistorio el porcentaje restante) para dar comienzo a los trabajos. Con la creación de este nuevo parquin soterrado se plantea también resolver parcialmente uno de los problemas que atenazan al Casco Viejo, la falta de plazas de aparcamiento, así como dar cobertura a la plaza Mayor y, por ende, a la sede administrativa del Ayuntamiento a la que los ciudadanos deben acudir para realizar sus gestiones municipales. La creación de este nuevo parquin, que compartiría la parte pública y también las viviendas de construcción privada que incluye el proyecto de ampliación de las traseras de La Audiencia, elevaría a 1.502 las plazas disponibles para dar cobertura al centro de la ciudad.
difícil solución. La situación, sin embargo, es más complicada en el barrio del Calaverón, el más afectado sin duda por la falta de zonas de estacionamiento. «No hay ni sitio para aparcar ni espacio para hacer un aparcamiento», lamenta la presidenta de la Asociación de Vecinos del Calaverón, Teresa Gonzalo.
El Ayuntamiento de la capital lleva años tratando de buscar un terreno disponible para crear un parquin que permita aliviar la actual carencia de plazas de estacionamiento pero, certifica Gonzalo, «seguimos igual». Además de la singular orografía con pronunciadas cuestas de este barrio y los problemas urbanísticos generados durante el desarrollo, desde la Asociación de Vecinos del Calaverón también se señala a la utilización de las calles del barrio como particular aparcamiento disuasorio de muchos trabajadores que trabajan en el centro de la ciudad como una de las causas de la saturación de coches que sufre el barrio. «Hasta las 8.00 horas de la mañana, hay sitio; después ya no encuentras ninguno», añade Teresa Gonzalo, para la que los problemas de falta de aparcamiento son un problema de difícil solución. De hecho el estudio previo elaborado de cara al Plan Estratégico para la mejora del Calaverón concluye que la eliminación del exceso de vehículos que soporta la zona es clave para crear entornos más agradables y habitables estructurados en una nueva fórmula urbana de supermanzanas. La responsable municipal de Obras y Servicios no tira la toalla y mantiene que se sigue trabajando en dar con alternativas.
«más zapato». Todo lo que sea mejorar los servicios a la ciudadanía, insiste el presidente de la Asociación de Vecinos de La Barriada, Ignacio Gutiérrez, es positivo, aunque cree que el problema de fondo es la excesiva dependencia del uso del vehículo en Soria. «Tenemos que andar un poco más, que todo está cerca», recomienda. Para ello, no obstante, insiste, sería necesaria una apuesta aún mayor del Ayuntamiento de la capital por el transporte urbano. «De hecho, desde la Asociación de Vecinos hemos pedido en varias ocasiones que sea gratis», lo que incentivaría de forma masiva su uso y un menor empleo del coche especialmente en los desplazamientos desde las zonas periféricas al centro peatonal. «Más zapato y más transporte urbano», sostiene. La concejala Ana Alegre no puede estar más de acuerdo con esta reflexión.
Mientras tanto, aduce, hay que resolver la falta de espacio de aparcamiento. El problema es que, en muchas ocasiones, hay tan poca oferta de solares que el precio de los mismos está fuera del alcance del Consistorio. Algo que, confiesa Alegre, ha frustrado algunos intentos de crear aparcamientos disuasorios, por ejemplo, en el barrio de San Pedro.
En este sentido, la edil espera que finalmente las negociaciones que se han emprendido con propietarios de terrenos próximos al Hospital Santa Bárbara puedan llegar a buen puerto.
En La Barriada, en este sentido, no se observan mayores problemas de aparcamiento que en otras zonas de la ciudad. Pese a todo, hace unos años se propuso desde la agrupación vecinal la construcción de un aparcamiento subterráneo público en la avenida de Valladolid, a la altura de la U-31, una zona de bastante trasiego comercial. Sin embargo, la posibilidad de crear uno en la nueva unidad de ejecución urbanística entre la avenida de Valladolid y la calle García Solier (los terrenos donde antaño se instalaba el circo) no cree sirva para dar cobertura a la zona, más allá de a los residentes.
En diciembre de 2023 el equipo de Gobierno municipal anunció que estaba estudiando la posibilidad de incluir un parquin soterrado dentro de los dotacionales de esta parcela de próxima construcción para dar servicio a la estación de autobuses pero, sobre todo, para atender a la parte comercial que se proyecta en esta unidad urbanística. El Consistorio sigue trabajando en este proyecto.
Desde que el parquin de la calle Doctrina abrió sus instalaciones en el marzo de 2017, las plazas de aparcamiento público se han se han multiplicado por siete en la ciudad. Algo que también ha supuesto la reducción de la plazas de aparcamiento en superficie reglamentadas por la Ordenanza de Regulación de Aparcamientos (ORA) en las áreas de influencia de estos párquines soterrados y su desplazamiento a otras áreas aledañas. La conocida como Zona Azul, cuenta en la capital soriana con una demanda diaria que no baja de las 385 plazas ocupadas y alcanza su pico máximo hasta superar las 600 en tramos horarios muy concretos, de 12.00 a 13.00 y de 18.00 a 19.00 horas, según consigna el estudio diagnóstico del Plan de Movilidad que el Ayuntamiento de Soria elaboró en el año 2021. Actualmente hay disponibles alrededor de 630 plazas en Zona azul distribuidas en cinco áreas distintas y reguladas por un total de 31 parquímetros. Su papel, insiste Ana Alegre, también es esencial para compatibizar la movilidad con un modelo de ciudad más saludable y sostenible en el que prima el peatón frente al tráfico rodado.