El nombre del juvenil Marc Guiu, el protagonista inesperado que dio la victoria al primer equipo del Barça frente al Athletic (1-0) el pasado domingo, nunca fue considerado un talento diferencial en La Masía, pero sus entrenadores siempre han valorado sus características de 'nueve' clásico.

No tiene ni la magia de Lamine Yamal, la última joya en salir de las categorías inferiores, ni el talento que mostró Ansu Fati cuando irrumpió con fuerza en el año 2019. Es un delantero centro de los de toda la vida, de los que tradicionalmente cuestan de ver en Can Barça.

Ha celebrado tantos desde los siete años, cuando en edad prebenjamín firmó por el conjunto blaugrana, donde casi siempre ha sido titular indiscutible en todas las categorías desde que llegó procedente de la Penya Blaugrana de Sant Celoni. En su debut con el primer equipo, salió en el minuto 79 y 33 segundos después desatascaba a los de Xavi Hernandez con un remate de profesional del gol, al aprovechar una asistencia deliciosa de Joao Félix.

Los que lo conocen destacan que es un punta que siempre trabaja, presiona y se sacrifica para el equipo como hacían, salvando las distancias, Samuel Eto'o o Luis Suárez, jugadores que el club tuvo que fichar ante el déficit de 'nueves' en La Masía.

Y es que históricamente la cantera azulgrana ha sido un vivero de atacantes delicados, sin un físico exuberante y talento a raudales para ser decisivos en la banda o por dentro. El protagonista inesperado de la última victoria culé destaca por todo lo contrario: es un delantero de referencia que mide más de 1,85.

Son esas cualidades específicas y poco habituales en el cuadro catalán y su gol ante el Athletic lo que le han catapultado al foco de la élite.