Cuatro de cada diez habitantes de Castilla y León reconoce que toma algún tipo de medicación sin prescripción médica, ya sean fármacos, productos homeopáticos o remedios naturales, y dos de cada diez lo justifican en los largos tiempos de espera para obtener una cita con el médico. Se trata de un un dato que, lejos de bajar, aumenta. Si se compara la evolución de los tres últimos años, cuando la automedicación había logrado contenerse, se observa que en el último ejercicio la población que se automedica alcanzó un 38,5 por ciento, por encima del 23 por ciento de 2022 y del 22,6 por ciento de 2021. Eso sí, en comparación con hace cinco años, la Comunidad ha logrado contener sus cifras, ya que partía de un 53,8 por ciento, de las más altas del país.
A pesar de ello, Castilla y León sigue en los primeros puestos, superada sólo por Cantabria (41,3 por ciento) y Andalucía (40,5 por ciento), según se desprende del VI Estudio Salud y Vida, publicado por Aegon y recogido por Ical. Por el contrario, La Rioja (20,2 por ciento), Extremadura (24,8 por ciento) y Navarra (28,2 por ciento) anotan los menores porcentajes de personas que recurren a esta práctica. Si se baja de nivel, se observa que, no sólo un 38,5 por ciento de la población de Castilla y león se automedica, sino que además hay un 21 por ciento que toma medicamentos que precisan de receta médica, y un 13,1 por ciento recurre a la homeopatía, y un 4,4 por ciento, a ambos.
En general, para toda España, este aumento se debe principalmente al crecimiento de personas que utilizan la homeopatía o remedios naturales, que es la tipología que más crece: un 12,7por ciento del total de la muestra toma productos homeopáticos (el 6,6 por ciento en 2022). No obstante, el grupo más numeroso de personas que se automedican lo forman quienes consumen medicamentos sin pasar por el facultativo.
Al mismo tiempo, se observa una relación inversamente proporcional entre el consumo de productos para la salud sin prescripción y cómo se sienten quienes las toman. En todos los casos, se automedican más quienes evalúan peor su estado de salud física, salud emocional, satisfacción con la vida y felicidad. Si se segmentan las variables sociodemográficas, también para el conjunto del país, se observa que las mujeres (38,8 por ciento) se automedican más que los hombres (30,6 por ciento). El grupo de edad que más recurre a los tratamientos sin prescripción son las personas de 41 a 55 años, entre quienes prácticamente cuatro de cada diez se automedican.
Según la situación laboral, los encuestados que no trabajan se automedican menos que aquellos que tienen empleo: un 31,2 frente al 37,6 por ciento. Es especialmente significativo que la mitad de quienes han perdido su trabajo o han estado en ERTE, han consumido productos para la salud sin la recomendación de un facultativo, recurriendo a los fármacos la mayor parte de ellos (el 32,1 por ciento de la muestra).
En la mayoría de casos, los medicamentos más consumidos sin prescripción son de tipo antiinflamatorios y/o analgésicos (71,2 por ciento), si bien este porcentaje ha caído respecto al año anterior porque aumenta de forma significativa el uso de preparados ansiolíticos y/o antidepresivos, que consumen una de cada cinco personas que se automedican (frente al 11,2% de 2022). También, ha subido el consumo de antibióticos sin que se receten (16,7%) y el uso de otros productos diferentes a estos.
La mitadse deja llevar por las recomendaciones de los influencers
El estudio constata que en España (no hay datos autonómicos) aumenta el consumo de productos para la salud por prescripción de un famoso o influencer. Por primera vez, las personas que se automedican dejándose llevar por las recomendaciones de estos perfiles superan el 55,4 por ciento. Los productos para tratar catarros o infecciones leves son los medicamentos más consumidos imitando a perfiles conocidos (25,2 por ciento).
Además, se observan importantes incrementos en el uso de suplementos vitamínicos, productos cosméticos, tratamientos dermatológicos, productos para adelgazar y remedios caseros contra virus por prescripción de famosos o influencers. Por segmentos de población, en los perfiles más jóvenes es donde crean tendencia. Un 80,2 por ciento de las personas de 18 a 25 años se deja guiar por ellos, frente al 35,5% de los mayores de 65 años.
Por otra parte, mientras que los hombres tienden a dejarse llevar más en el consumo de productos para catarros o infecciones leves (31,6 frente al 20,4 por ciento de las mujeres), ellas siguen más las recomendaciones de productos cosméticos (14,7 por ciento frente al 7,9 por ciento de los hombres), según informa Ical. También destaca que ellos buscan recomendación con más frecuencia sobre remedios caseros para combatir virus (11,5 frente al 6,3 por ciento de las mujeres).