El mundo del fútbol tiene muchas caras, la más visible es la del futbolista, ese ser que es una referencia para los aficionados y por la que gira absolutamente todo. Después está el entrenador, un incomprendido en muchos casos, pero protagonista también de cualquier conversación entre hinchas.
Detrás de todo eso está lo que llaman 'cuerpo técnico', trabajadores en la sombra que son los encargados de que todo esté en su sitio en lo táctico y en lo físico. En esta última parcela trabaja David Ramos. El agredeño, a pesar de su juventud, ya cuenta con un largo currículum que ahora le ha hecho aterrizar en China. «Creo que es lo que tenía que hacer para seguir teniendo una carrera en este deporte», afirma con rotundidad.
A las órdenes de Gabri, ex jugador de equipos como el FC Barcelona y el Ajax, buscan consolidar un grupo de trabajo en la Segunda División a los mandos del Guangxi Pingguo Haliao con el objetivo de ascender, hacerse un nombre y poder después entrar con fuerza en el fútbol europeo.
ADAPTACIÓN. Poco tiene que ver la interacción social de China y España. «Es una forma completamente distinta de tratar con las personas», explica David Ramos. Llevándolo al fútbol, se trata de asentar tu modelo de trabajo desde el respeto al futbolista. «Ellos tienen muy en cuenta todo lo propones, respetan mucho a gente como Gabri», matiza el agredeño.
Todo esto no es nuevo para ellos. El pasado año ya estuvieron unos meses en el Nantong Zhiyung de Primera División. «Nos sirvió para aprender y ahora el objetivo es apostar por un proyecto muy ambicioso que busca estar en la máxima categoría», detalla el preparador físico. Allí cuenta con todo lo necesario para lograrlo a nivel de material y de predisposición de la entidad. «Estamos proponiendo una serie de cambios en cuanto a contar con más personal humano», matiza.
Esa exigencia es una seña de identidad de David Ramos, un trabajador incansable que dedica prácticamente 24 horas a intentar mejorar la parcela física del equipo. «Es lo que me piden y desde esa idea se centra todo lo que hacemos aquí», sentencia.
Atrás quedaron ya esos momentos en Primera y Segunda Federación, años como el del Lleida, en el que no cobraba, momentos en los que ansiaba una oportunidad como está.
ELFÚTBOLCHINO. La Segunda División China no tiene nada que envidiar a la española. «Son muy diferentes, pero es fútbol profesional», aclara David Ramos. «La mayor diferencia está en que no es tan táctico, pero cada vez mejoran más en esa faceta», añade. La llegada de entrenadores europeos hace que esa transición siga su curso.
En lo futbolístico, el objetivo del Guangxi Pingguo Haliao es ascender a Primera División. «El club ha fichado bien, ha buscado jugadores lejos de China y además ha ampliado el estadio llegando a 30.000 espectadores», desvela el agredeño. «Para nosotros también es un buen proyecto a nivel económico», reconoce.
En plena pretemporada (el fútbol comienza en marzo), llega una de las partes más importantes del trabajo de Ramos. «Quedan apenas tres o cuatro semanas completas porque en medio está el Año Nuevo Chino», analiza. «Todo va bien y creo que puede ser una gran temporada», finaliza. Es una gran oportunidad para asentarse en el fútbol profesional, un sueño que sigue su curso a más a de 8.000 kilómetros de su hogar.