El castillo de Serón de Nágima contará dentro de unos meses con un proyecto sólido que permita no sólo restaurar los restos de muros y torres que todavía mantiene en pie, sino consolidarlos para que su deterioro no vaya a más y «para que los visitantes que recibimos sigan sorprendiéndose de las peculiaridades que tenemos en la provincia de Soria». La Diputación Provincial ha recibido 700.000 euros del Instituto de Patrimonio Cultural de España, dependiente del Ministerio de Cultura, para este fin y la institución provincial soriana ya se ha puesto en marcha para conseguir su objetivo, tal y como explica el diputado de Cultura y Juventud, Enrique Rubio. Por lo pronto, el proyecto se ha encargado al arquitecto Ignacio Javier Gil Crespo, experto tanto en el material de que está hecha la fortaleza -el tapial de arcilla- como en este tipo de construcciones medievales, y el Ayuntamiento de la localidad está trabajando para resolver la cuestión de la propiedad del castillo, en manos de un particular. La singularidad de esta construcción, sobre todo por su material, y la pretensión de una intervención ajustada a las necesidades plantean un esquema a largo plazo, pero con visos de comenzar a arrojar algo de luz en el primer semestre de este mismo año. 

«El castillo tiene una arquitectura peculiar por la fragilidad de su material, y esto hace que sea una estructura débil y se desprenda rápidamente», puntualiza Enrique Rubio. Por eso, el responsable de Cultura de la Diputación Provincial asegura que se ha buscado a un profesional solvente que pueda abordar el proyecto, también ofreciéndole margen de maniobra para poder concretarlo en condiciones. «El arquitecto Javier Gil es una de las personas con mayores conocimientos en este ámbito; es un apasionado de la arquitectura en tapial. Desde el principio se ha visto comprometido con el proyecto y queremos que pueda realizarlo con margen porque lo importante es realizar una consolidación adecuada y ponerlo en valor», indica el diputado provincial. Y, a pesar de la dificultad para poner fecha a esta intervención, se confía en que «en la primera mitad del año» vaya habiendo avances. 

El castillo de Serón de Nágima se encuentra en manos privadas y para ello, como cuenta Rubio, «se está solucionando entre el Ayuntamiento y la buena voluntad de la persona que lo tiene a su nombre». Éste es un paso esencial para poder materializar el proyecto una vez redactado, esto es, «licitarlo en cuanto nos sea posible» para acometer la obras de rehabilitación y consolidación porque el objetivo es, destaca el responsable de Cultura de la Diputación, «mantener nuestro patrimonio, la historia y la esencia de nuestra provincia». 

Por su parte, la alcaldesa de Serón de Nágima, María Isabel Latorre, asegura que se trata de una actuación «muy importante para el pueblo y para la conservación del patrimonio a nivel provincial». Porque es un castillo «peculiar, casi único», cuya conservación está en el punto de mira municipal. 

lo que queda. Este Bien de Interés Cultural (BIC) está incluido en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra desde el año 2011, momento en el que sufrió el derrumbe de su pared Oeste. En 2017 se realizó una intervención por el derrumbre del muro Este y el inminente colapso de los restos de la torre. De acuerdo a la información que recoge la asociación de defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio, quedan en pie dos muros, que llegan a medir algo más de tres metros de grosor, y algunos restos de su planta rectangular, con dos torres cuadradas en las esquinas opuestas a la villa, que sobresalen ligeramente de los muros. En el interior se conservan restos de lo que podría ser un aljibe y marcas de los mechinales de las construcciones interiores.