El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, ha presentado hoy, junto al obispo de la Diócesis de Osma-Soria, Abilio Martínez Varea, y al alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez, las obras que la Junta de Castilla y León ha realizado en la ermita de San Saturio, "el templo barroco colgado sobre un roquedal junto al Duero a su paso por la capital soriana, cuyo interior alberga el extraordinario conjunto de pinturas murales y bienes muebles", ha asegurado el consejero. El templo abrirá hoy mismo para la contemplación de sorianos y visitantes, que podrán admirar el resultado de la restauración en la que se ha invertido un millón de euros y que ha condluido tres meses antes de lo previsto.
Desde finales de 2019, la Consejería de Cultura y Turismo, a través del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, viene desarrollando una serie de estudios en la ermita para determinar el estado de conservación y los agentes de deterioro que están afectando a las pinturas. Para ello, el consejero ha detallado que se han llevado a cabo análisis para determinar la composición de los materiales de las pinturas murales de la ermita y recabar información de las actuaciones realizadas a lo largo del tiempo. A partir de los datos obtenidos, se han implementado una serie de medidas de conservación preventiva que incluye la monitorización del inmueble, lo que ha permitido registrar datos de temperatura, humedad, intensidad lumínica y concentración de CO2, tanto en el interior como en el exterior. El seguimiento de la monitorización se está realizando desde noviembre de 2021.
Según ha explicado Santonja, dos han sido las principales causas del deterioro constante que han sufrido las pinturas murales: "La acción humana a lo largo de la vida material de este bien ha sido causa directa de deterioros, con intenciones casi siempre conservativas y con resultados más o menos acertados. Todo esto es principalmente consecuencia de las intervenciones de restauración que se llevaron a cabo en los años 1940 y 1977". A ello se suma la ubicación de la ermita en una zona escarpada, a media ladera, lo que ha ocasionado una alta exposición a problemas climáticos.
La restauración ha abarcado sus paramentos pintados y el conjunto de bienes muebles que conforman la imagen de conjunto interior de esta ermita. En concreto, se ha solucionado el problema de la linterna con la realización de una nueva cubierta y reintegrado sus pinturas con un elemento identificativo de esta actual intervención; se ha limpiado la superficie pictórica para recuperar su colorido original y se ha dado una solución novedosa al problema de filtraciones en la cúpula por su contacto con la roca del cortado, creando una cámara que separa los morteros pictóricos de esa fuente de humedad. Por otra parte, se ha intervenido también de forma integral en la sacristía y en todos los retablos, incluido el retablo mayor con la figura de San Saturio; se ha actuado en las vidrieras de los ventanales de los paramentos y linterna para generar la adecuada ventilación que permita minimizar los problemas de humedad en el interior del templo y, por último, se ha renovado el sistema de iluminación adecuándolo a las necesidades de los bienes y optimizando su consumo energético.
La intervención ejecutada por la Consejería ha tenido un coste total de casi un millón de euros. Tanto el Ayuntamiento de Soria como el Cabildo están colaborando en esta intervención integral, con el repaso de cubiertas, reparación de la cubierta de la linterna, adecuación de los accesos e iluminación exterior.
El consejero ha recordado que la acción coordinada de todos, Ayuntamiento, Diócesis y Junta de Castilla y León "debe servir para reconocer e impulsar las enormes posibilidades que estos recursos culturales ofrecen como herramientas para el bienestar de las personas, y muy especialmente en su creciente capacidad de generación de empleo y de desarrollo".
Las obras de restauración que ha realizado la Junta para recuperar las pinturas y permitir su mejor conservación iniciaron hace un año y han acabado a tiempo para la reapertura de la iglesia al público mañana en el Día de San Saturio, patrón de la ciudad de Soria, como estaba previsto. Mañana, día grande de la ciudad, los sorianos y los visitantes podrán acudir de nuevo al templo, uno de los monumentos más visitados de la provincia, con más de 60 mil visitantes al año.
Ermita de San Saturio
En 1694 la ciudad de Soria acordó reedificar una iglesia de nueva planta con el concierto de todos los vecinos, colgada sobre un roquedal junto al Duero. El edificio fue diseñado por el arquitecto Pedro Ajín y la construcción fue ejecutada por Julián Domingo Izaguirre. Se trata de un edificio barroco de planta octogonal enmarcada en un óvalo, cubierta con una cúpula de ocho plementos y linterna. En los frescos de sus paredes está representada la historia de San Saturio. En dos de sus paños, se puede contemplar la silueta del castillo de Soria, tal como estaba antes de su destrucción. En el retablo mayor, de estilo barroco, se encuentra el relicario de San Saturio, con su busto, del siglo XVII. En la bóveda, con linterna, los frescos representan a santos ermitaños, entre ellos San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Benito y el propio Jesucristo en el desierto. Esta obra fue realizada por Juan Zapata Ferrer entre los años de 1704 y 1708, el pintor soriano del barroco más destacado.