Tras más de cuatro décadas de dominio peneuvista en Euskadi, el País Vasco se asoma a una cita electoral el próximo día 21 en la que está en juego la continuidad del modelo de gobierno jeltzale o la entrada de aires abertzales en la Palacio de Ajuria Enea. Serán las urnas las que determinen el desenlace de esta pugna, una reñida contienda que, como auguran las encuestas, dejará unos comicios de resultados ajustados y casi muy seguro que con la llave de la gobernabilidad en manos de otras formaciones.

Pero, hasta que llegue ese momento, los cuatro grandes partidos vascos (PNV, EH Bildu, PSE-EE y PP) pisan ya el acelerador electoral, con la campaña recién arrancada, y ponen rumbo a una cita marcada por un relevo generacional total entre los candidatos a lendakari, si bien todos son hombres.

Las otras tres fuerzas con alguna posibilidad de conseguir representación en el Parlamento vasco (Sumar, Podemos y Vox) sí presentan mujeres como cabezas de lista y dos de ellas (Miren Gorrotxategi del partido morado y Amaia Martínez de la formación derechista) son las únicas que repiten respecto a 2020, cuando hubo otras dos candidatas a lendakari: Maddalen Iriarte (EH Bildu) e Idoia Mendia (PSE-EE).

Con este relevo generacional en los grupos más importantes se van políticos que están en el entorno de la sesentena: Iñigo Urkullu (62) en el PNV; la exparlamentaria Maddalen Iriarte (58), portavoz en las Juntas de Guipúzcoa desde hace un año en EH Bildu; Idoia Mendia (58) en el PSE-EE, y Carlos Iturgaiz (58) en el PP.

Sus sustitutos, excepto el popular Javier de Andrés (56 años), se sitúan en la cuarentena, con Imanol Pradales (48) como aspirante del PNV, Pello Otxandiano (40) por EH Bildu y Eneko Andueza (44) por el PSE-EE.

No obstante, hay diferencia entre el relevo realizado por las formaciones nacionalistas, que ha sido más abrupto y con aspirantes poco conocidos, y el que han hecho socialistas y populares, ya que tanto Andueza como De Andrés ya tienen una carrera en la primera línea de la política vasca y son los líderes de sus partidos.

En cuanto a Pradales (Santurtzi), no solo tiene un perfil como servidor público muy similar al de Urkullu, sino que es su alumno en sentido literal, ya que le tuvo de maestro en Primaria en la ikastola.

El candidato del PNV es doctor en Políticas y profesor en excedencia de la Universidad de Deusto, pero toda su trayectoria política en la Diputación de Vizcaya ha estado vinculada a la gestión económica, aunque dentro de su formación ha sido responsable de varios «laboratorios de ideas».

Su carrera comenzó en 2007 cuando se hizo cargo de poner en marcha la agencia de Vizcaya para la atracción de talento y cuatro años después (2011) ya pasó a formar parte el Gobierno foral, en el que ha estado 12 años como diputado de Promoción Económica y luego de Infraestructuras.

Pradales es el mayor de cuatro hermanos de una familia nacionalista del barrio obrero de Mamariga y ha llegado a remar en la bandera de La Concha con la Sotera.

Por contra, el aspirante de EH Bildu ha tenido hasta ahora una muy breve carrera institucional, que se limita a cuatro años (2011-2015) como concejal de su pueblo, la pequeña localidad rural vizcaína de la que toma su apellido, Otxandio (en castellano el nombre del municipio es Ochandiano). Doctor en Ingeniería de Telecomunicaciones, su trabajo ha sido más interno, primero en Sortu de Vizcaya y a partir de 2016 como uno de los jóvenes dirigentes más próximos a Arnaldo Otegi.

Formó parte ese año del equipo que acometió la «refundación» de Sortu y en el segundo congreso de EH Bildu, en mayo de 2021, Otxandiano integró la candidatura de Otegi para la Mesa Política como director de Programa, cometido que sigue ejerciendo.

De este modo, aunque no ha desempeñado ningún cargo público en esta última etapa, sí ha sido uno de los rostros visibles de la formación abertzale a la hora de presentar sus proyectos políticos.

Un cambio bien planificado

Mientras, Andueza, que reconoce al consejero de Planificación Territorial del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, como su «padre político», es el ejemplo de una carrera y un relevo bien planificado. 

Natural de Eibar como Arriola, se afilió con 17 años al PSE-EE y en 2008 comenzó a formarse como concejal en Andoain para pasar a ser edil de Eibar (2011-2016) con su mentor y apoderado en las Juntas de Guipúzcoa, donde poco después fue el portavoz. 

De ahí pasó en 2016 al Parlamento vasco, donde también fue portavoz, y en 2017 se convirtió en el secretario general de los socialistas guipuzcoanos.

En noviembre de 2021, Andueza, licenciado en Ciencias Políticas, casado y con dos hijas, fue elegido secretario general del PSE-EE, lo que en la práctica supone ser también el candidato a lendakari, con dos años y medio de tiempo para lanzar su proyecto.

Por su parte, De Andrés es el candidato elegido por Alberto Núñez Feijóo para ofrecer una imagen más moderada y de gestión de los populares vascos. 

Nacido en Vitoria, su carrera empezó como responsable de prensa con Ramón Rabanera en la Diputación y el PP de Álava, y rápidamente dio el paso a puestos políticos, tanto en el Gobierno foral como en el partido.

Fue diputado general de Álava entre 2011 y 2015, también ganó las elecciones forales de 2007 pero no pudo gobernar, y fue delegado del Gobierno en el País Vasco entre 2016 y 2018.

De Andrés ha sido, asimismo, diputado en el Congreso hasta hace unas semanas y desde noviembre pasado es también el presidente del PP vasco.

la única que repite. Mientras, Podemos presenta a la única candidata a lendakari que repite respecto a 2020, Gorrotxategi (56 años), profesora universitaria de Derecho Constitucional que antes de parlamentaria vasca fue senadora y diputada, entre 2016 y 2020, y que forma parte de la dirección de la formación morada en Euskadi desde su fundación.

En contraposición, en Sumar-Ezker Anitza-Equo la renovación es total, con la desconocida Alba García (35 años), una joven sicóloga que trabajaba en Podemos Euskadi hasta su fichaje y que nunca ha ocupado un cargo público, aunque fue número tres de la lista para Bilbao en las elecciones municipales del pasado mayo, pero no salió elegida concejala.

Finalmente, Vox, como en 2020, no presenta candidato y su cabeza de cartel vuelve a ser la parlamentaria y número uno por Álava, Amaia Martínez, licenciada en Periodismo y que regentaba la armería familiar antes de entrar en política.