ASAJA, junto a Coag y Upa, ha celebrado esta mañana unacto de denuncia por la calamitosa situación de precios y ha reivindicado a las puertas de la Subdelegación del Gobierno medidas para salvaguardar las explotaciones cerealistas provinciales, y pedir justicia en el mercado del cereal. El campo lo tiene muy claro: Si no se recuperan los precios, llegará la ruina y con ello el fin de la agricultura cerealista, totalmente mayoritaria en Soria.
Con los lemas unitarios de 'Precios por los suelos' y 'Por unos precios razonables', las opas convocantes quisieron poner el foco en los bajísimos precios, que ahondan la crisis del sector cerealista soriano y hacen completamente inviables a numerosas explotaciones profesionales familiares de la provincia.
Las OPA sorianas exigen precios justos
La presidenta de ASAJA Soria, Ana Pastor, apuntó a las puertas de la Subdelegación del Gobierno delante de unos 300 agricultores que "hay que tomar medidas con urgencia, como controles de calidad de las mercancías en los puertos, tener especial atención de los acuerdos de Europa con Ucrania, y necesitamos que se nos adelante el 70 por ciento de la PAC en el mes de octubre para que las explotaciones tengan liquidez para afrontar la nueva campaña y sementera". Pastor también hizo hincapié en exigir "el cumplimiento de lo recogido en la Ley de la Cadena Alimentaria, que prohíbe remuneraciones por debajo de los costes de producción".
La depresión de los precios en el plano internacional, que es innegable en España, tiene una mayor repercusión por cuanto nuestro país, obligado a importar todos los años de media entre 15 y 20 millones de toneladas para completar el autoconsumo, se ha convertido en el primer receptor de trigo ucranio en Europa, de tal modo que una desmesurada entrada de grano está inundando de materia prima nuestros puertos, también de cereal ruso, a pesar de la imposición de aranceles.
Esta oferta, superior a la demanda, convierte la ya de por sí fuerte presión internacional de los mercados en algo insoportablemente virulento y muy preocupante en el caso de las explotaciones agrarias cerealistas de Soria.
A pesar de una ligera recuperación de los precios en las últimas semanas la situación a nivel internacional la situación de precios es absolutamente calamitosa y para colmo los precios en el mercado interior están más deprimidos aún, no alcanzando los niveles. Tengamos en cuenta que hace dos años por estas fechas el trigo estaba a 365 euros/tonelada y hoy la cotización está a 226.
Para colmo, el conflicto de Ucrania ha traído la extraordinaria subida de materias primas y con ello la desorbitada subida de los medios de producción, sobre todo de los fertilizantes. Todo apunta a que este panorama no va a sufrir grandes variaciones con respecto al año anterior 2023 y que, incluso superado el pico del estallido de la crisis por la guerra, los precios pagados por los agricultores continúan a casi el doble de los que afrontabapreviamente.
Descenso de siembras
Esta situación de precios está repercutiendo en un descenso drástico de las siembras del cereal. Soria ha dejado de sembrar más de 40.000 hectáreas de cereal, que es casi una cuarta parte del total en la provincia. Si no se soluciona el problema de rentabilidad, el desenlace es claro: llevará a la desaparición casi total del secano.
Las producciones provinciales cumplen los estándares europeos y españoles de cumplimiento de medidas de protección del medio ambiente, salud pública y salud animal, algo que se cambia por otro cereal producido en condiciones rusas y ucranias que "vaya usted a saber" y que, además de rebajar la seguridad de nuestros ciudadanos, no contribuye en la misma medida a los retos ambientales que tanto preocupan a muchos y que cuyadistorsión del mercado además lleva a la ruina a los profesionales de aquí.