La vicepresidenta de la Junta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ofreció «diálogo» y colaboración a los grupos políticos de las Cortes en esta nueva fase de la legislatura, tras la ruptura del pacto entre PP y Vox y la remodelación del Gobierno autonómico de este verano. «Pacto, diálogo y negociación», son los tres principios fundamentales por los que apostará Isabel Blanco, que en su comparecencia a petición propia ante la Comisión de la Presidencia para presentar su programa de actuaciones, avanzó que será «firme y contundente» en defensa de la igualdad y de los intereses de Castilla y León. La número dos del Gobierno regional insistió en que en este momento resulta «esencial» un ejecutivo «sólido y estable», pero también que sustente su acción de gobierno sobre «el pacto, el diálogo y la negociación».
La vicepresidenta denunció ante los parlamentarios los acuerdos para dotar a Cataluña de una financiación singular y la cesión de la recaudación de impuestos, lo que para ella rompe el principio de igualdad, pero también la solidaridad entre territorios. Además, en base a informes de expertos, advirtió de que esto provocará «profundas» repercusiones económicas e institucionales en el resto de comunidades. Blanco aprovechó su intervención para reiterar la oferta de tres pactos del presidente, Alfonso Fernández Mañueco, tanto en financiación autonómica, que señaló es «más que necesario»; como en sanidad, para paliar el déficit de profesionales; y sobre el Corredor Atlántico. También aludió al pacto social por las familias sobre servicios sociales, empleo, vivienda y educación, que suponga un «gran pacto» por la conciliación y la corresponsabilidad.
Desde la Vicepresidencia, que reconoció entraña una tarea «compleja, pero ilusionante», hizo un llamamiento a que todos trabajen para desarrollar un programa de gobierno «eficaz», porque argumentó comparten desde las diferencias ideológicas el objetivo «común» de afrontar los desafíos para mejorar la vida de los ciudadanos, el bienestar y sus oportunidades de futuro. Blanco también avanzó que aspira a que Castilla y León sea una de las comunidades «más activas» en el Comité de las Regiones de Europa, órgano al que acudirá en sustitución del presidente, Alfonso Fernández Mañueco, y que hasta la remodelación del gobierno de este verano tenía encomendada su antecesor Juan García-Gallardo.
Por último, prometió «aportar lo que pueda» a la Fundación Castilla y León, en la que representa al Gobierno autonómico, para que, según afirmó, «Villalar siga siendo la fiesta de Castilla y León» y para que toda la Comunidad tenga ese «sentimiento de pertenencia» a la autonomía, cuyo festividad se conmemora el 23 de abril.
Oposición
Desde los grupos de la oposición en las Cortes demandaron a la nueva vicepresidenta de la Junta un «golpe de timón» respecto de su predecesor en el cargo, Juan García-Gallardo, al tiempo que reclamaron un verdadero diálogo, en lugar de «mala educación y falta de respeto». El socialista Luis Briones valoró el «talante» de la vicepresidenta, pero tras escuchar sus «buenas intenciones», exigió a Blanco volver a la «senda de la moderación», porque señaló no se pueden «anular» los dos años y medio anteriores, según informa la Agencia Ical.