La vida ha cambiado para Fabián Ruiz en la selección. Del ostracismo al que quedó relegado con Luis Enrique, su técnico en el PSG posteriormente, al halago de Luis de la Fuente, con quien conquistó éxitos en la base y respondió con su mejor actuación en el primer paso en la Eurocopa 2024.
Las exigencias del técnico asturiano que no cumplió el andaluz en un momento del torneo celebrado en 2021 provocaron que no volviera a jugar en la etapa del gijonés. Precisamente ante Croacia, el equipo que provocó una ausencia como internacional de un año y nueve meses antes de ser rescatado por el preparador de Haro, con quien ganó un Europeo sub'21 siendo el jugador referencia. Nombrado futbolista más valioso del certamen.
Fabián, que contaba con la confianza de Luis Enrique, saltó al césped del Parken de Copenhague en el 78 por Koke en los octavos de aquel 28 de junio de 2021. España acababa de marcar el tercero. El gol de Ferrán Torres parecía dejar todo sentenciado con el 1-3 para un combinado que se había levantado con personalidad de un grave error de Unai Simón.
En el 85, Orsic ajustaba el pulso y en el 93 Pasalic lo mandaba a la prórroga al más puro estilo balcánico. El cabreo de Luis Enrique se personalizó en un jugador. Fabián no había cumplido las consignas defensivas con las que salió al terreno de juego y el triunfo posterior, con los goles de Álvaro Morata y Mikel Oyarzabal, no harían olvidar al entrenador sus malas sensaciones.
Al siguiente partido dejó al centrocampista andaluz en la grada y en semifinales, contra Italia, no tuvo minutos. Ni ya los volvió a tener con Luis Enrique en la selección. Lo que entre ellos pasase, años después lo tuvieron que aclarar cuando el Paris Saint-Germain apostó por el español y en la plantilla ya estaba el talento llegado de Nápoles.
El guiño
Y la llegada de De la Fuente a la absoluta cambió de forma radical el panorama. Su apuesta por futbolistas que le habían impulsado al éxito en las categorías inferiores, como Fabián en el verano de 2019 en el Europeo sub'21, le convertían en indiscutible. En su primer partido como sustituto de Luis Enrique, en La Rosaleda ante Noruega, Fabián fue citado y tuvo minutos en la recta final. El guiño que necesitaba para ser recuperado.
Desde aquella noche ha sido un habitual y su rol ha ido creciendo en un centro del campo en el que intercala titularidades con Mikel Merino como escudero de Rodrigo Hernández. Fue titular el día que la selección volvió a saborear la gloria de un título. Otra vez Croacia en el camino de Fabián en la final de la Liga de Naciones.
Y con esa confianza, el delantero, su anterior puesto, que fichó el Betis adelantándose al Sevilla cuando con 14 años creció 30 centímetros en cinco meses, ha dado lo mejor de sí de nuevo con De la Fuente con un estreno en la Eurocopa para el recuerdo.
Tres minutos de pura magia. Los que separaron su visión al espacio para presentar a Morata solo ante Dominik Livakovic con un perfecto pase, de los recortes y amagos, con taconazo incluido, antes de un zurdazo cumpliendo las peticiones de su entrenador.
Y Fabián respondió al halago de su técnico, que asegura que si tuviese otro nombre tendría una valoración mayor en España, dado a engrandecer más lo de fuera que al producto nacional.