El cultivo del girasol en Soria ha pasado en dos años de menos de 30.000 hectáreas a las 42.435 actuales. Los bajos costes de producción y un precio que el pasado año era de 619 euros por tonelada eran la gran esperanza tras una desastrosa campaña de cereales. "Es de los peores años históricamente", reconoce Ana Pastor, presidenta de Asaja Soria.

Actualmente algunos de estos cultivso todavía siguen en el campo. Sin cosechar y pendientes de un cielo que apunta a precipitaciones, lo que retrasaría todavía más su recogida. "En principio no debería quedarse nada sin recoger", tranquiliza Pastor. En paralelo, el precio ha caído hasta los 388 euros, un 35% menos. "Como se importa desde Ucrania, aunque el precio del aceite de oliva está altísimo, ha bajado", explica Juan Francisco Barcones, secretario técnico de Asaja Soria. 

El girasol iba a ser el sustituto natural del cereal, pero apunta a no ser así. "Pero tampoco hay ganas de sembrar el cereal", alerta Barcones. "No hay una óptica que nos diga que al cosecharlo, vamos a recuperar la inversión", sentencia.

Con la vista puesta ya en 2024, el gran objetivo es que el regadío de la provincia siga creciendo ante la falta de alternativas rentables en secano.