Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


El palo y la vela

12/10/2024

Es habitual que cuando surge un escándalo por delitos relacionados con la corrupción política la reacción de aquellos dirigentes que pueden verse salpicados por acción u omisión sea la de afirmar que quien la ha hecho la pague lo que también puede traducirse en qué cada palo aguante su vela y haga lo que mejor entienda para defenderse de la acción judicial por la que va a verse investigado. Eso se dice siempre con la esperanza de que los asuntos que vayan descubriendo la policía judicial y los jueces no les alcancen, lo que depende de muchos factores, de la lealtad, de la indignación, del sálvese quién pueda, o del miedo de todos aquellos que de una u otra forma se ven concernidos en el caso.

Y eso no lo puede controlar nadie, por lo que lo normal es que a lo largo de los próximos meses se vayan conociendo hechos que tienen que ver con todo el entramado del 'caso Koldo', inicialmente relacionado con el cobro de comisiones por la compra de mascarillas para la covid -algo en lo que están inmersos otros sujetos en otros casos- con la estancia  nunca bien explicada de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en Barajas, cuando tenía prohibida la entrada en el territorio Schengen, y los asuntos que afectan al entorno familiar del presidente del Gobierno.

Las últimas revelaciones sobre estos asuntos son muy  llamativas, acercan al exministro, José Luis Ábalos, a su investigación por el Tribunal Supremo, cercan a un conseguidor profesional, Víctor de Aldama, que ya está en la cárcel por otro supuesto delito, hay un juez de actuaciones un tanto atrabiliarias que puede encontrar materia para seguir investigando a Begoña Gómez por un supuesto que le delimitó la Audiencia Provincial de Madrid, y hay quién puede mantener las especulaciones sobre una ayuda millonaria a una compañía aérea al borde de la quiebra por la covid sin olvidar que esto fue lo que hicieron todos los países.

En todos estos casos, todo depende de la resistencia del palo y de lo que el viento infle las velas, eso en el caso de los investigados, y en el caso de los políticos, singularmente del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de su capacidad de resistir los embates políticos que se le vienen encima. Esperar por su parte una aclaración de algunos de esos aspectos sería un ejercicio de voluntarismo. Pero que se lo pidan desde un partido que ha sido condenado por corrupción, que ha acudido dopado a múltiples elecciones, que ha utilizado instrumentos del Estado para hundir a sus competidores parce un sarcasmo. Pero la memoria es corta y cada uno aprovecha las oportunidades que le brindan los corruptos, y no se le puede reprochar. Ayer por mí y hoy por ti.

Aquí siempre se tira por elevación, el 'caso Koldo' es ya el 'caso Ábalos' y se han activado todos los cortafuegos para que no llegue a ser el 'caso Sánchez'. No todas las derivadas de la investigación a la mano derecha de Ábalos, Koldo Rodríguez, y al propio exministro de Fomento tienen la misma entidad y eso es lo que tendrán que determinar los jueces, con su habitual manejo de los tiempos. 

La confluencia de un macrocaso de corrupción, acotado por el momento a un número reducido de personas, con los síntomas de la debilidad parlamentaria de Pedro Sánchez provoca la sensación de que la vela ha desarbolado el barco y que le va a costar enfilar un rumbo que le lleve a puerto seguro.