La producción eléctrica en Castilla y León recupera brío tras la ralentización provocada por la pandemia y cierra el primer semestre del año con más de 15,1 millones de megavatios hora (MWh) generados. Desde los últimos coletazos de la era del carbón en la Comunidad no se veía una producción de este calibre en Castilla y León, y este año se convierte en el mejor de los últimos ocho años. Hay que remontarse hasta el 2016 para encontrar una cifra superior, aunque en aquella época las térmicas seguían aportando al mix energético autonómico. Un repunte en la generación del 15 por ciento respecto al pasado año que se cimienta sobre la energía hidráulica que se ha sacudido el polvo y casi iguala en desarrollo de energía a la intocable eólica. Los datos de Red Eléctrica Española consultados por este periódico revelan que los parques eólicos siguen siendo el principal motor de la producción eléctrica de Castilla y León, con 6,6 millones de MWh durante el primer semestre, ligeramente menos que el pasado ejercicio. Todo lo contrario que las plantas hidroeléctricas autonómicas, que han repuntado su aportación casi un 80 por ciento respecto a 2023 hasta los cinco millones de megavatios hora.
Ya muy por detrás se encuentra la solar fotovoltaica, con 1,6 millones. Números que sirven para que Castilla y León termine el primer semestre con el 90 por ciento de su generación eléctrica producida de forma renovable. Mientras, la turbinación de bombeo y la generación también sumaron al conglomerado energético con 1,6 millones de MWh entre enero y junio. Los datos de Red Eléctrica Española ponen de manifiesto que la Comunidad ha dejado atrás la parte más dura del fin del carbón y las nucleares y ha conseguido utilizar las renovables como una fuente de generación energética que la sitúa a la cabeza de España.
Castilla y León lidera el ranking autonómico en producción de energía eólica e hidráulica, mientras que en solar fotovoltaica baja hasta el quinto puesto superada por comunidades con una climatología más apropiada como Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura. Precisamente esta última es la única autonomía que supera a Castilla y León en generación de energía eléctrica durante el primer semestre de 2024, con 15,2 millones de MWh. No obstante, casi la mitad del mix energético de Extremadura proviene de los dos reactores de la central nuclear de Almaraz, una fuente que Castilla y León apagó hace más de una década.
Sobra energía
Mientras, la Comunidad lleva desde el mes de junio siendo excedentaria en producción eléctrica. Literalmente, a la Comunidad le sobra la energía que produce durante más de la mitad del año. Y es que si durante todo el 2023 tuvo un consumo eléctrico de 13 millones de megavatios hora, a finales de mayo de este año ya había producido 13,1 millones de MWh. Una realidad que convierte a Castilla y León en una exportadora nata de electricidad a la red nacional, que sigue apoyándose en la hidráulica y eólica de la Comunidad para abastecer al resto de regiones.