La tuberculosis es la infección por cualquiera de las especies de micobacterias del complejo Mycobacterium tuberculosis presente en animales bovinos, además de en cérvidos, factor que tiene mucha importancia para las explotaciones en extensivo. Se trata de una patología que puede complicar mucho la vida a los ganaderos a causa de posibles vaciados sanitarios e impedimentos para el transporte del ganado. Nuestro país cuenta con un plan de erradicación y control y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha informado a los consejeros del ramo de las distintas comunidades autónomas del acuerdo alcanzado en el Comité Nacional del Sistema de Alerta Sanitaria Veterinaria para introducir algunas modificaciones en este plan «con el objetivo de adaptarlo a la realidad de esta enfermedad en España», con situaciones muy diferentes entre territorios, y «dar respuesta a las inquietudes de los ganaderos».
En la Conferencia Sectorial de Agricultura, el ministro ha detallado los extremos de un acuerdo sobre el que ha destacado que es fruto del «trabajo y espíritu de consenso»" demostrado por todas las partes implicadas y una muestra de que «es posible llegar a acuerdos incluso en cuestiones tan complicadas» como esta; todo ello a pesar de que han sido varios los consejeros del ramo que se han quejado de que no se ha contado con ellos para nada. En cualquier caso, hace escasos meses, la postura del Ministerio era inmutable respecto al plan de erradicación y se aseguraba desde Atocha que cualquier flexibilización era un retroceso, hecho que estuvo detrás de numerosas manifestaciones por parte de los ganaderos. Sin embargo, la postura del departamento de Planas parece haber cambiado sin razones aparentes, ya que la situación sigue siendo la misma.
El ministro ha explicado que con las modificaciones que se van a introducir «se consigue mantener el difícil equilibrio entre no renunciar a los objetivos del plan, que no es otro que continuar con la erradicación de la tuberculosis, y al mismo tiempo dar un cierto margen de respiro» y dar la mejor solución a las inquietudes del sector. Ha insistido en que «ni se dan pasos atrás ni se aumenta el riesgo», sino que se sustituyen algunas medidas y se introducen otras nuevas siempre pensando en la mitigación de éste. En este sentido, ha precisado que el mantenimiento y la mejora de la rentabilidad de las explotaciones ganaderas depende en primer lugar de la existencia de un adecuado nivel sanitario.
El acuerdo incluye 15 puntos que ahora se incorporarán al programa nacional. Entre ellos destaca la eliminación de las pruebas premovimiento de los terneros con destino a cebadero, que hasta ahora eran obligatorias, con la condición de que sea con salida a matadero, sin pasar por ninguna otra explotación, una medida muy demandada por el sector. Asimismo, la segunda vuelta para las explotaciones libres de la enfermedad desde hace más de tres años en zonas de alta prevalencia quedará sujeta a la decisión de la autoridad competente de la comunidad autónoma respectiva. En todo caso, sí será siempre obligatoria una prueba para la salida de estas explotaciones a pastos comunales.
Además, las autoridades competentes de las comunidades autónomas declaradas libres podrán flexibilizar los plazos de las pruebas premovimiento para la entrada de terneros con destino a cebaderos situados en zona libre cuyo único destino sea el matadero.
El ministro ha informado también de que el Gobierno va a actualizar el nivel de las ayudas a la reposición de animales para las explotaciones que hayan tenido que sacrificar toda su cabaña y se van a eliminar algunas limitaciones actuales para el acceso a las mismas. Igualmente ha señalado que se va a revisar la legislación sobre fauna silvestre para detectar los posibles problemas en su aplicación. Tanto el Ministerio como las comunidades autónomas van a revisar los baremos de indemnización para que estén actualizados a los precios de la carne y de los animales vivos de reposición.
ASAJA en Salamanca (una de las provincias que más sufre los efectos esta enfermedad) reconoce que, aunque no representan la solución definitiva, estos cambios suponen un respiro para el sector y una mejora en la rentabilidad y manejo sanitario de las explotaciones. La organización agraria agradece el esfuerzo de todos los implicados en alcanzar este consenso y, según señala Juan Luis Delgado, presidente provincial, «esto es solo el principio, seguiremos trabajando junto al resto de organizaciones agrarias y asociaciones para conseguir una ganadería rentable y sostenible».
Un problema sin control.
Más allá de esta flexibilización en el plan de control y erradicación, el sector lleva tiempo quejándose de una falta de control de ciervos y jabalíes, que son el verdadero reservorio de la enfermedad. Los rebaños que se crían en extensivo comparten hábitat y, lo que es más importante, abrevaderos con estos animales, lo cual supone un importante foco de contagio. El ganadero puede hacer su trabajo a las mil maravillas, pero si todas las noches entra fauna silvestre a abrevar en sus bebederos será muy complicado que la enfermedad desaparezca. Y ciervos y jabalíes son dos especies cuyas poblaciones están en franco crecimiento.
Para luchar contra esta situación, la Junta de Castilla y León ha tomado cartas en el asunto y ha declarado la emergencia cinegética en diversos municipios de Ávila, León, Palencia, Salamanca y Segovia para controlar las poblaciones de ciervo, gamo y jabalí. Esta iniciativa contempla varias acciones, como el aumento de las jornadas de caza, la obligación de los titulares cinegéticos de informar del resultado de dichas jornadas, controles poblacionales adicionales si las cacerías no alcanzan los objetivos esperados y un aumento den el número de perros y armas en las jornadas de caza para posibilitar un mayor número de capturas. La declaración de emergencia permanecerá vigente hasta que las condiciones que la motivaron desaparezcan.