El 92,7 por ciento de las personas residentes en centros de Castilla y León tiene alguna discapacidad, dos puntos menos que la media nacional, que está en el 94,6 por ciento. Las discapacidades más frecuentes de estos residentes en la Comunidad fueron las de vida doméstica (77,5 por ciento), autocuidado (77 por ciento) y movilidad (76,9 por ciento).
La Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y Situaciones de Dependencia del año 2023, publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogida por la Agencia Ical, subraya que Castilla y León contaba con 42.960 personas residentes en centros tenían alguna discapacidad, de las que el 32,5 por ciento es hombre y 60,4, mujer.
Por edad, el 72 por ciento del colectivo con discapacidad en centros tenía 80 años o más, el 18,2 por ciento contaba entre 65 y 79 años y el menos del diez por ciento restante, entre seis y 64 años.
Además, Castilla y León registra la mayor tasa de España de personas con discapacidad residente en un centro por cada mil habitantes, con un tasa del 18, más de doble de la media nacional, que se sitúa en el 7,4. Un porcentaje que se dispara hasta el 23,1 en el caso de las mujeres y baja hasta el 12,8 entre los hombres.
A nivel nacional, el 8,2 por ciento decidía qué y cuándo comer y el 19,7 por ciento, cuando asearse. Estas personas encontraban mayor autonomía para decidir cómo y con quién pasar el tiempo libre (59,1 por ciento) y cómo decorar su habitación con cosas personales (51,4 por ciento).
Por otro lado, un 51 por ciento de las personas con discapacidad manifestó encontrar algún tipo de problema de accesibilidad, bien dentro o fuera del centro.
En el interior, donde encontraban más dificultad era en el baño (un 20,7 por ciento) y en las zonas comunes (19 por ciento). En el exterior, el 27,9 por ciento de las personas afirmó tener dificultad para entrar o salir del centro y un 47,9 por ciento, problemas de accesibilidad en medios de transporte, edificios o vías públicas.