Con la vista ya en semifinales, distantes de su versión más reconocible, la crítica apunta a la Eurocopa tanto de Kylian Mbappé como de Antoine Griezmann, dos referencias indudables de Francia en horas bajas, arropadas por la selección, que aguarda el reencuentro con su nivel, entre el anhelo y la certeza de que, tarde o temprano, aparecerá la dimensión de sus dos mejores futbolistas.
Mientras asoma el duelo de hoy contra España, los números describen la sinuosa fase final del nuevo delantero del Real Madrid y del máximo goleador de todos los tiempos del Atlético. El primero ha rematado 20 veces para un solo gol de penalti. El segundo, 12, para ninguno. Incluso, el jugador rojiblanco ha conocido la suplencia año y medio después, repuesto luego como titular, adaptado el sistema para reponerlo y recuperarlo.
Son los líderes de 'Les Bleus'. Los necesita su equipo. «Griezmann y Mbappé han conseguido cosas en la selección que la mayoría de los jugadores no han hecho. Cuando hablan, los escuchamos», contó el pasado domingo Yousouff Fofana, en referencia a las tandas de penaltis y de la charla de Mbappé antes de jugárselo todo en esa destreza contra Portugal.
«El liderazgo es natural en Mbappé. Tiene el don de liderar al grupo. Para eso se preparó. Da ideas, consejos. Ha nacido para ello, para tirar del grupo hacia adelante», añadió Randal Kolo Muani.
«Tenemos que darnos cuenta de que el nivel de Antoine y Kylian ha sido suficiente para estar en las semifinales. Tenemos que trabajar juntos, nosotros, los medios, para levantar el trofeo. No decir que uno está por debajo del nivel o que su juego no es bueno», abundó Fofana en defensa de dos jugadores clave en el entorno galo.