La Diócesis de Osma-Soria atendió a 2.838 personas durante 2023 a través de las Cáritas parroquiales repartidas en 24 centros para mitigar la pobreza dentro de la actividad caritativa y asistencial, que se une al acogimiento de otras 101 personas en el centro para la defensa de la vida y la familia.
En una radiografía sobre su actividad durante 2023 y que coincide con la celebración el próximo domingo del el Día de la Iglesia Diocesana bajo el lema 'Una llamada que cambia vidas', se refleja que en las tres casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad residieron 207 personas; en el centro para promover el trabajo un total de 347; y en el de menores y jóvenes y otros centros para la tutela de la infancia, 168.
Por otro lado, se suma la labor de Cáritas con 113 voluntarios y la atención de 1.583 personas y 2.449 beneficiarios, mientras que Manos Unidas contó con 39 voluntarios y la recaudación de 126.771 euros en 2023. Asimismo, se han desarrollado 14 proyectos de cooperación al desarrollo por todo el mundo con 1.561 beneficiarios directos y 8.945 indirectos. En total, la Diócesis congrega 33 centros en los que reciben servicio 15.055 personas.
Por otro lado, se destacó que en Osma-Soria se celebraron 309 bautizos, 332 primeras comuniones, 319 confirmaciones y 79 matrimonios. La actividad pastoral estuvo atendida por 91 sacerdotes, 45 religiosas y religiosos y 199 catequistas. Además, se contaba con 542 parroquias, seis monasterios, cuatro seminaristas mayores y 101 monjas y monjes de clausura. Además, 61 misioneros sorianos están repartidos por todo el mundo.
La actividad educativa es fundamental también para la Diócesis en la que se enclavan cuatro centros católicos concertados donde se forman 1.635 alumnos, donde trabajan 129 docentes y un total de 170 trabajadores. La Diócesis, además, presta un servicio cultural y patrimonial con 41 bienes inmuebles de interés cultural; el año pasado se acometieron obras en 38 iglesias y ermitas.
La valoración en términos globales en "muy positiva" para el obispo, Abilio Martínez Varea, quien afirmó que en su Diócesis "sigue habiendo muchos catequistas, muchos voluntarios de Cáritas y personas que participan en los Consejos Pastorales", donde la mayoría de los padres y madres bautizan a sus hijos y reciben la Primera Comunión y bastantes llegan hasta la Confirmación, dijo.
Monseñor no pasó por alto el doble proceso que se sufre tanto en Osma-Soria como en el resto de Europa que suma la secularización a la despoblación. "El reto está en lograr un aumento de vocaciones sacerdotales puesto que los presbíteros que prestan servicio en la Diócesis cada vez son más mayores y no cuentan con relevo", explicó.