El operativo antiincendios de Castilla y León contará desde este año con un programa de apoyo psicológico externo para hacer frente al estrés postraumático que pueda derivarse de las actuaciones en grandes incendios que provoquen un atasco emocional que dificulte la asimilación de las vivencias y su maduración posterior. No quedan lejos las dramáticas escenas vividas en el verano de 2022, cuando el fuego asedió por los cuatro costados a la Comunidad, con una sucesión interminable de grandes incendios que se saldaron con cuatro muertos y 45.262 hectáreas arboladas abrasadas. Un año anómalo que hizo mella en el factor humano y emocional del operativo, y contra lo que se quiere combatir ahora. Este apoyo psicológico no será la única función del servicio que la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León acaba de adjudicar por 56.000 euros, y que llega, tal y como reconocen desde el departamento de Juan Carlos Suárez-Quiñones después de haber «detectado que dentro de la formación tanto teórica como práctica del personal del operativo de prevención y extinción es imprescindible prestar atención al factor humano y su efecto en el trabajo en situaciones de emergencias».
El equipo psicológico de emergencia también tendrá que desarrollar actuaciones para «potenciar y entrenar» a los equipos en contenidos relacionados con el «factor humano»; facilitar procesos de resiliencia; favorecer un clima laboral positivo y sano; e, incluso, intervenir en aquellas situaciones que «pueden suponer un riesgo para la seguridad y la eficacia de las intervenciones» como conflictos, falta de liderazgo, o emociones atascadas dentro del operativo.
Un modelo que no es nuevo, y que el pasado año ya se realizaron sesiones en este sentido antes del verano, pero no se pudo alcanzar a todo el operativo antiicendios. Ahora, el servicio especializado de psicología contratado realizará distintas sesiones de formación, asesoramiento y apoyo desde junio hasta finales del 2024. En total, tal y como especifican los pliegos del contrato, serán 45 jornadas presenciales y 30 de trabajo de gabinete las que tendrá que desempeñar. El objetivo es introducir un servicio especializado en la psicología de la emergencia para «mejorar las intervenciones» durante la extinción de un incendio forestal y que estas «puedan desarrollarse de forma más eficaz y segura».
Las intervenciones del equipo externo de psicólogos se realizarán a demanda de la Consejería de Medio Ambiente, que esperan que la Fase 2, en la que se incluyen las primeras actuaciones presenciales con el operativo, arranque en el mes de junio con acciones individuales y grupales. También tendrán que acompañar al operativo a los grandes incendios en los que se les requiera ofrecer apoyo psicológico de emergencia.