Febrero podría marcar el rumbo del futuro a corto plazo del Barcelona. Tras el empate en Montjuïc contra el Granada, el crédito de los azulgrana y, en especial, el de Xavi Hernández, parece agotarse si los resultados no cambian próximamente. Podría haber un 'baile' en los banquillos en las próximas semanas, pese a que el de Terrasa ya anunciase que su intención era abandonar la escuadra de la Ciudad Condal a final de temporada.
Porque, en la actualidad, el cuadro culé se encuentra lejos del liderato, con 10 puntos de distancia con el Real Madrid. Y no solo eso, también la clasificación a la próxima edición de la Liga de Campeones podría peligrar si la dinámica no mejora. La irrupción del Girona este curso, unido al papel de otros equipos con gran gen competitivo como Atlético o Athletic Club, obligan a los blaugrana a no bajar la guardia en sus próximos compromisos, primero contra el Celta y luego ante el Getafe de José Bordalás.
El enfrentamiento contra el equipo vigués en Balaídos no será fácil para el Barça si nos atenemos a los últimos precedentes. Los de Xavi sufrieron para obtener la victoria en el anterior compromiso, saldado con un ajustado marcador de 3-2 y en el que los de Rafa Benítez llegaron a ponerse con dos goles de ventaja.
De hecho, las últimas visitas al feudo gallego no son de buen recuerdo para el plantel catalán. En la temporada 2022/23 ya cayó por un resultado de 2-1. En la 21/22 se dejó dos puntos al empatar 3-3. Todo un aviso para una plantilla y un entrenador que saben que no pueden permitirse más tropiezos, ya sea en el campeonato doméstico o en la competición continental.
En la Champions, aguarda el Nápoles, vigente campeón de Italia y que, pese a su incierto momento deportivo, es un oponente peligroso teniendo en cuenta la falta de regularidad y consistencia de los azulgrana. Sobre todo a nivel defensivo, donde solo ha dejado la portería a cero en una ocasión en los siete encuentros que ha disputado en lo que va de año. Enfrente, la amenaza de dos futbolistas más que notables en ataque como el georgiano Kvaratskhelia o el nigeriano Osihmen. Un mal resultado en la ida podría provocar el final de Xavi en una etapa en la que ha tenido luces y sombras.
Caer eliminado en la primera ronda eliminatoria no es una opción para el Barcelona y, en especial, para la Junta Directiva que encabeza Joan Laporta. El presidente culé proyectó llegar a los cuartos de final en el presupuesto del presente curso, por lo que un mal resultado debilitaría aún más las cuentas de la entidad. Por tanto, y pese a que el mandatario ha afirmado en reiteradas ocasiones que respeta la decisión del que fuera centrocampista del club, podría cambiar de opinión.
No hay que olvidar que, cuando el abogado se presentó a los comicios para ser presidente azulgrana, el egarense no era su apuesta. Sin embargo, la etapa de Ronald Koeman llegó a su fin y Laporta decidió poner el equipo en sus manos, pese a que gran parte de su trayectoria como primer entrenador había tenido lugar en Catar, lejos del ecosistema del fútbol europeo.
Márquez aguarda
En el horizonte, Rafa Márquez, actual preparador del filial, podría tener su oportunidad como solución de emergencia si se decidiera prescindir del actual entrenador del primer equipo. Sin embargo, su falta de experiencia al máximo nivel también podría generar algunas dudas, sobre todo a la hora de ponerse a los mandos de un vestuario tan complejo y de tanto calado como el azulgrana.
La incorporación del técnico azteca, a su favor, ayudaría a reencontrar ese ADN Barça que, en ocasiones, se ha echado en falta en varios encuentros de la temporada. Su preparación actual bajo las filas del Barça Athlètic puede ayudar a trasladar la metodología habitual de las categorías inferiores, basada en el juego combinativo y la posesión, al primer equipo culé. A ello hay que añadir la irrupción de jóvenes talentos como Lamine Yamal, Fermín o Cubarsí recientemente. Futbolistas que el de Zamora de Hidalgo incluso ha podido dirigir en los últimos años.
Márquez sería el posible elegido, pues la economía y la premura para buscar otro recambio fuera de la Ciudad Condal en el tramo decisivo de la campaña invita a mantener una línea continuista hasta verano. Ahí será el momento de reorganizar el proyecto. Varios nombres (De Zerbi, Arteta, Flick, Xabi Alonso...) ya han sonado como posibles entrenadores para el curso 2024/25. Pero la actualidad manda y la dirección deportiva, encabezada por Deco, podría tener que buscar soluciones pronto si el equipo no consigue remontar el vuelo.