El presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de Castilla y León, Antonio Méndez Pozo, lamentó que en el ámbito nacional «se viven tiempos donde los empresarios hemos pasado de héroes a villanos sin tener en cuenta que nos enfrentamos con valor a los nuevos retos, nos crecemos ante las adversidades y tenemos capacidad camaleónica para abordar los retos de futuro que tenemos». Méndez Pozo, que clausuró las II Jornadas del Sector Autonómico de Empresa Privada de CSIF Castilla y León, a las que se sumó el secretario del PSOECyL, Luis Tudanca, contrapuso esta situación, con la de Castilla y León, «donde, afortunadamente, la figura del empresario se respeta y se nos escucha».
«Sin empresas no hay futuro», sentenció en su intervención ante el presidente nacional de Empresa Privada de CSIF, Pedro Pobes, para agregar: «Las empresas crean puestos de trabajo, riqueza y pagan sus impuestos con los que se mantiene el estado de bienestar y no me refiero sólo a grandes empresas, me refiero a aquel autónomo o emprendedor que lucha por levantar la persiana de su negocio todos los días». El alto ejecutivo burgalés repasó las preocupaciones del tejido productivo con un 98% de pymes y microempresas, «en un entorno económico cambiante como el actual y en un contexto geopolítico de incertidumbre, con modelos cambiantes de organización en las empresas».
El presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de Castilla y León, Antonio Méndez Pozo, tambiénse detuvo en el reto demográfico, y puso de relieve que en la Comunidad «existen zonas vaciadas pero llenas de riqueza, esperanza y oportunidades que necesitan una estrategia integral y transversal de medio y largo plazo, dirigida al conjunto de la sociedad y en beneficio de esta». «A este reto demográfico y de futuro debemos sumarnos todos».
Por último defendió que la lucha contra la desinformación que se genera en las redes sociales pasa por una «alfabetización mediática y tecnológica de la ciudadanía», junto a la colaboración entre instituciones y sociedad civil y el "periodismo libre y profesional». «Nunca por imponer límites a la libertad de información o establecer un control público de los medios».
Modificar la Ley
Por su parte, desde Csif urgieron a a modificar la Ley Orgánica de Libertad Sindical de 1984, por ser «anacrónica» y que privilegia a UGT y CCOO con el objetivo de que haya una representación sindical «seria» y actualizada al siglo XXI. «Hay otra manera de representar a los trabajadores y entender las relaciones laborales, que abandera Csif», sentenció el presidente nacional de Empresa Privada de la organización, Pedro Pobes.