A sus 31 años, Álvaro Morata ha sido protagonista toda esta semana por unas declaraciones que, en realidad, suponían darle verbo a un montón de espinas clavadas: aquellos pitos en el Bernabéu, las mofas por sus fallos o los constantes rumores sobre fichajes de atacantes en el Atlético. Pero atrás quedaron las palabras y hoy vuelve a rodar el balón al espacio de sus desmarques: es ahí, sobre el campo y con números, donde habla el fútbol del 'nueve' de España. Está a un solo gol de incrustarse en el podio de los máximos goleadores de la historia de las Eurocopas (en sus fases finales): acumula seis, uno menos que el inglés Alan Shearer y su compañero Antoine Griezmann -con el que disputa una contrarreloj este campeonato-. Si lo lograse, solo tendría por delante a Cristiano Ronaldo (12) y Michel Platini (9).  

En Francia 2016 logró un doblete ante Turquía en la segunda jornada y solo cuatro días después abrió el marcador en la derrota ante Croacia (2-1). En la pasada edición del torneo continental añadió otros tres: ante Polonia (1-1) en la segunda jornada, frente a Croacia (el cuarto del 5-3) en octavos y contra Italia (1-1) en semifinales. 

Morata, uno de los capitanes de la Roja con sus 75 entorchados y 35 tantos (cuarto goleador histórico tras Villa, Raúl y Torres), tiene una relación estrecha y especial con esta competición: en la Eurocopa sub'19 de Rumanía 2011 ganó el oro con España marcando seis tantos en cinco partidos, y en la sub'21 de Israel 2013 volvió a proclamarse campeón con cuatro goles. Sumando estas dianas a sus seis 'absolutas' y a las tres que logró en su único Mundial, el de Qatar 2022, menos pitos y mofas: Morata es delantero de grandes ocasiones.