El futuro del Club Natación Soriano comienza a estar más presente que nunca y tiene nombre y apellidos. Álvaro Rubio, a sus 17 años, ya figura como una de las grandes promesas de este deporte en España. No son solo palabras. En el pasado campeonato nacional junior, conseguía estar entre los 15 mejores del país en tres pruebas distintas.
Lo ha hecho además en carreras de velocidad. Participaba en Palma de Mallorca en los 50 metros mariposa y en los 50 y 100 metros libres. «El balance es muy bueno, aunque no conseguí mejorar mis marcas en ninguna de las pruebas», explica el joven soriano. Esa ambición es otra de sus mejores armas para seguir peleando por metas mayores.
Ahora ha finalizado una temporada que probablemente sea la más importante es su corta trayectoria. El verse competir en un escenario en el que tuvieron lugar las eliminatorias para estar en los Juegos Olímpicos, consolida a un nadador que posee las mejores marcas de Soria en sus especialidades.
El campeonato. Álvaro Rubio veía como este verano tenía la oportunidad de entrenar y competir en la mismas instalaciones en las que lo hacían leyendas como Mireia Belmonte, campeona olímpica, o Hugo González, campeón mundial y europeo. «Cuando ves a esos nadadores es una auténtica locura», explica el joven. «Nunca había estado viendo en directo una competición tan importante», reconoce.
Las diferencias eran claras. «Van muy rápido, pero parece que lo hacen todo con mucha facilidad», cuenta con sorpresa. Ver todo eso fue una experiencia única. «Los tenía al lado mientras calentaba y eso es algo que nunca olvidas», detalla. Esa situación no presionó a un soriano que después compitió en tres pruebas buscando sus mejores tiempos.
No conseguía mejorar marca en ninguno de ellas, pero se metía entre los 15 mejores de España en los 50 metros mariposa y en los 100 metros libres. «En los 50 metros libres conseguía estar entre los 10 primeros», destaca Rubio. Una progresión muy clara en apenas un año. «Aunque no hice mis mejores tiempos, es para estar satisfecho», recuerda.
Esa mentalidad es muy importante en una especialidad como la velocidad. «Sergio Martín (su entrenador) siempre me dice que conseguir bajar alguna décima en carreras tan cortas es complicado, que no me preocupe», analiza. A pesar de ello, sabe que si quiere aspirar a más, debe prepararse para conseguirlo con dedicación y mucha disciplina.
En Soria, cuenta con la posibilidad de entrenar prácticamente a diario y un modelo de trabajo que busca que su evolución sea la adecuada para buscar cotas mayores. En una etapa clave en su crecimiento como nadador, los próximos meses son vitales para ver hasta dónde puede llegar.
Entrenamiento. El día a día en la piscina es de pura exigencia. Álvaro Rubio entrena seis veces por semana durante dos horas en el agua. «Es una dedicación muy grande», reconoce. Tiene muy claro que todo ese tiempo está bien empleado. «Cuando haces algo que te gusta, no tienes dudas», detalla. «Además, me encanta estar con mis compañeros», sentencia. Una combinación que le motiva durante toda la temporada.
No todo es trabajar acompañado. Con el paso del tiempo comienza a tener una preparación más individualizada. «Entrenar en el gimnasio es parte de esa rutina», comenta. La fuerza cobra especial importancia en la velocidad y necesita ganar en potencia para poder mejorar su rendimiento y bajar sus tiempos.
Tras un merecido descanso este verano, iniciará un nuevo proceso centrado en esa explosividad. «A partir de ahora nos centramos más en la potencia», desvela el soriano. «Sabemos por dónde está la mejora y nos enfocamos en eso», destaca Rubio. Al caracterizarse en ir de menos a más, comenzar fuerte puede ser una de las claves.
La otra pauta a seguir es la de las salidas, una parte que no depende solo del nadador. «En Soria no contamos con un poyete de competición», alerta. «Hemos adaptado uno, pero no es lo mismo», lamenta. Ese factor hace que parta con cierta desventaja con sus rivales. «Siempre acabo remontando posiciones, pero pierdo tiempo en los primeros metros», lamenta.
La próxima temporada intentará ir puliendo todos esos detalles para mejorar sus marcas. «La de mariposa llevo un año sin bajarla», explica. Sabe que si sigue con la misma disposición al trabajo, podrá volver a un nuevo Campeonato de España e intentar el asalto a la que sería su primera medalla nacional junior. Lo hará con la paciencia, serenidad y compromiso de siempre.