¿Cambiaría nuestra vida si supiéramos la fecha de nuestra muerte? A esta pregunta intenta responder la comedia romántica Cuánto me queda, en la que el conocido actor cómico Salva Reina interpreta el papel de un hombre enamorado, más preocupado en el futuro de su esposa que del suyo propio.
¿Opina que esta película hace reflexionar sobre lo poco que valoramos la vida, salvo cuando estamos a punto de perderla?
La frase eslogan de la película es «hay que vivir la vida como si cada día fuera el único», porque este largometraje habla de la fugacidad de la vida y del carpe diem. Por eso esta película habla de que en la vida hay que saber disfrutar de lo pequeño y de lo cotidiano.
Paradójicamente, esta comedia es más realista que otras cuando habla de los sueños vitales que tenemos cada uno de nosotros y su personaje es generoso.
Me pareció bonito que lo que más desea es que sea feliz su pareja cuando él falte porque mi personaje ya tiene asumida su muerte desde hace tiempo, desde hace cinco años. Y efectivamente lo que le mueve es el amor, y también de la amistad, que lo sacas a relucir cuando lo vas a perder, porque ambas cosas hay que cuidarlas, a los amigos y a la pareja.
Pasando a lo personal. ¿A usted le gustaría saber si tiene poco tiempo de vida o preferiría, como algunas personas, que se lo oculten?
Yo lo preferiría. De hecho, es una comedia buenrollera, de la que sales con un mensaje positivo del cine.
El origen teatral de la película se palpa en que todo se apoya en el trabajo de los actores, en este caso de los cuatro. ¿Es gratificante cuando una película sabes que depende de tu actuación totalmente o conlleva mucha responsabilidad?
Al final el mérito es de Marta Buchaca, que es una gran guionista y, como actor, enfrentarte a un papel así es un placer. Y más que con responsabilidad, yo lo vi como un reto, pero con ganas de hacerlo.
¿Qué papel le gustaría interpretar y, todavía, no le han ofrecido?
Realmente he hecho mucho drama, muchos me recordarán por La isla mínima o la serie televisiva Malaka, pero tampoco me importa que me asocien a la comedia. Lo que sí es cierto es que me gusta hacer personajes diferentes.
La gente le conoce como actor, pero usted tiene muchas facetas en el mundo del espectáculo…
Desde que comencé como actor tuve claro que no podía depender de la llamada. Esto ha hecho que siempre haya tenido compañía, he montado espectáculos propios, incluso una sala y una productora. Soy un poco inquieto e intento autogestionar mi carrera. Estoy encantado de que últimamente se acuerden de mí en el cine, los productores y directores, esto va por rachas, y vivo en un momento dulce pero, paralelamente, sigo con mis proyectos porque no sé cuando va a estar el mar en calma.