El UCAM Murcia venció (83-101) al Unicaja este jueves en el segundo partido del 'playoff' de semifinales de la Liga Endesa, un 0-2 de los de Sito Alonso en el Martín Carpena de Málaga para quedarse a un triunfo de la primera final de su historia.

El equipo murciano, que disputa por segunda vez el camino al título tras 2016 y alcanzó ya de manera histórica las semifinales, volvió a sorprender a los malagueños. Con un 16-30 en el tercer cuarto, el UCAM encaminó un 0-2 que tratará de rubricar el sábado en el Palacio de Murcia para alcanzar la gran final.

La campanada tomó forma el martes con el 0-1 y, en el segundo asalto, los de Sito Alonso doblaron la apuesta ante el campeón de la Fase Regular. El UCAM logró meter las dudas en un equipo que parecía intratable, en el mejor curso de su historia en Liga y reciente campeón de la Champions FIBA. Rodions Kurucs (21 puntos), Ludde Hakanson (14, 6 rebotes y 6 asistencias), Dustin Sleva (16, 7, 5) y Yannis Morin (15 puntos y 5 rebotes) destacaron junto a una defensa que volvió a dejar sin ideas a los de Ibon Navarro.

Los murcianos, sin dos pilares como Simon Birgander y Marko Todorovic, mantuvieron el paso adelante de segundas espadas como Morin, hombre del primer cuarto con nueve puntos. Al Unicaja se le notó afectado del golpe inaugural mientras los visitantes iban a otro ritmo, con el rebote a su favor (21-25).

Kendrick Perry, sin tiempo para rodaje tras lesión, tiró de los suyos junto a Dylan Osetkowski para mantener la igualdad al descanso (45-44), pero el regreso de vestuarios fue murciano. La segunda parte del UCAM asfixió y pasó por encima al mejor equipo de la temporada, para tener dos partidos en casa para llegar a la final.

Kurucs, otro héroe inesperado, firmó 13 puntos en el tercer parcial, con la firma también de Sleva y Hakanson en la escapada visitante. El Unicaja trató de sacar el orgullo en su reacción, pero de nuevo hubo colapso malagueño en el momento clave, cediendo el rebote en su aro, a pesar del empuje de Perry y Alberto Díaz. Sin ponerse nervioso, sin pensar en el trayecto histórico que van escribiendo, los de Alonso se remangaron para ampliar incluso la renta y vaciar el Carpena antes de tiempo.

La fuerza de Sant-Ross, Diagné, con ese dominio interior, y Caupain aprovechando sus minutos, rubricaron un triunfo que volvió a sacar de su sitio al Unicaja, que tendrá que hacer lo nunca visto, remontar un 0-2 en semifinales, para no despertar antes de tiempo de su sueño de volver a ser campeón como en 2006.