¿Hacía falta una Ley de Concordia en Castilla y León? Todo indica que el PP no estaba muy convencido y de ahí los sucesivos retrasos, pero Vox manda y exige. García-Gallardo ya puede sacar pecho ante los suyos y ante quienes creen que son equiparables la II República y la dictadura franquista, que duró 40 años. Si hablaran un rato a solas, ¿qué le diría Fernández Mañueco a Juan Vicente Herrera?, ¿cómo le explicaría que las Cortes regionales se van a cargar, vía proposición de ley, el decreto de Memoria Histórica y Democrática aprobado con Herrera en la Presidencia de la Junta y con un consenso político y social del que carece la iniciativa PP-Vox de ahora, que, de momento, no ha traído concordia sino todo lo contrario? Mejor que explicarle nada que le deje esta tarea a Carriedo, quien, pese a su probada capacidad para el regate en corto, el gambeteo excelso, se las ha visto moradas para trasladar a la prensa las bondades de la Concordia. Y es que es muy complicado hacerse entender en esta materia cundo el decreto del 2018 ha funcionado y cuando la sociedad no clamaba por un cambio tan drástico. ¿No tiene esta tierra otras prioridades, otros problemas más gordos y serios?, ¿no debería centrar sus esfuerzos la coalición que nos gobierna en "menudencias" como la Sanidad, la Educación, la despoblación, la huida involuntaria de los jóvenes, el desequilibrio entre provincias y comarcas, la excesiva burocracia, la paralización administrativa de numerosas gestiones? Pues, no; parece que todas estas cuestiones están ya resueltas o encauzadas y por eso hay que abrir nuevos frentes de batalla. ¿O se trata de que Mañueco conserve todo su Poder y trague con las exigencias de Vox con más frecuencia de la que marca su supuesta moderación; la suya y la de Feijóo? Y ahí tienen a Castilla y León otra vez como protagonista de una polémica que va camino de convertirse en internacional. La pirámide de los italianos, la Ley de Concordia, los ataques a los sindicatos, las cargas contra Villalar, la censura de actividades, ¿cuál será la próxima exigencia de Vox? Permanezcan atentos a la pantalla