El C. D. Numancia consiguió una gran victoria en su visita al Pepe Quimarán de Posada de Llanera al doblegar a la U. D. Llanera por 1-4 en un partido perfectamente trabajado y planeado por los de Aitor Calle, no sólo durante la semana sino a lo largo de los 96 minutos que duró el choque.

Salió enchufado el equipo soriano al encuentro, y fruto de ello fue la ocasión de Jony en el primer minuto de partido. El atacante rojillo se plantó cara a cara con Berto Herrero y el meta local adivinó el golpeo de Jony y le sacó el balón en una grandísima intervención. Pudo el Numancia adelantarse en esta primera acción, pero lo cierto es que los sorianos ejercieron un dominio claro, casi voraz, en todas las disputas planteadas en un campo tan estrecho como corto y en el que cada acción suponía una posible amenaza en el área, tanto propia como rival.

El Numancia controlaba todas y cada una de las situaciones en juego, con mucha disputa, todo permitía segundas acciones y los balones a balón parado. Bonilla estuvo a punto de hacer un gol olímpico tras un saque de esquina, pero de nuevo Berto Horreo evitó el gol de los rojillos.

El guardameta local fue el mejor de los suyos en el encuentro y sus intervenciones fueron cruciales, no solo para mantener a su equipo en el partido durante el primer acto, sino para ser su primer atacante, pues sus golpes desde portería siempre acababan en el área de Dorronsoro. A partir de ahí pasaban cosas, muchas cosas durante noventa minutos.

El único despiste rojillo se pudo pagar caro, pues en uno de los pocos balones a la espalda donde los numantinos no fueron expeditivos, Bayo se plantó ante Dorronsoro y el meta rojillo, que jugaba sus primeros minutos oficiales esta temporada, realizó una soberbia intervención para mantener el 0-0.

La acción dio confianza al Llanera y sembró alguna duda entre los rojillos, que agradecieron la llegada al descanso para tomar un respiro y volver al guión establecido.

La reanudación recuperó al Numancia con brío y contundente de la primera media hora de encuentro y Bonilla dio el primer aviso en un libre directo que Berto Horreo atrapó con seguridad. Sin embargo, la siguiente jugada sirvió para que el Numancia abriera la lata. Jony ejerció de hombre gol para los sorianos y mandó a las mallas una jugada precedida de varias acciones de ataque sobre la meta rival.

Parecía que lo más difícil se había conseguido, pero un campo como el Pepe Quimarán cada minuto permite que el balón pase de área a área sin apenas tiempo para pensar. Estaba todavía el equipo de Aitor Calle interiorizando la ventaja en el marcador cuando llegó el segundo tanto para los suyos.

Fue en una falta cerca de la frontal del área del Llanera que Bonilla, en vez de ejecutar una acción de libre directo, tocó en corto para que David Sanz fusilara a las mallas con un golpeo espectacular, raso y duro, imposible para el meta asturiano.

Se ponía tierra de por medio en el marcador, pero ni dos goles son distancia en un campo como el Pepe Quimarán, y con más de media hora de juego de por medio. De hecho, en una jugada de estrategia, el Llanera se metió en el partido al rematar Dominique a las mallas un servicio de un compañero.

El tanto obligó al Numancia a seguir manteniendo la intensidad que requería el choque y el Llanera intentó el empate tirando de físico y empuje hasta la extenuación. Mathieu vio la tarjeta roja en una acción de protestas reiteradas y este desequilibrio pasó factura a los asturianos.

Alain Ribeiro, C. Dieste y Jony gozaron de opciones de poner mayor ventaja en el marcador, pero Berto Horreo y la falta de puntería no permitieron el acierto entre los tres palos.

El partido seguía con un ritmo trepidante, el músculo y la fuerza se mantenían con los hombres de refresco salidos desde el banquillo y al final el choque se rompió en un balón largo golpeado por Bonilla que Góngora ganó gracias a su velocidad, encaró a su defensor y tras ganar área centró para que Jony, llegando al segundo palo, empujara el balón a las mallas.

Quedaban ocho minutos y el cuadro rojillo ponía una ventaja importante en el luminoso, si bien el choque se acabó de cerrar tres minutos después. Fue en un saque de esquina ejecutado por Bonilla y que Alain Ribeiro cabeceó con finura a las mallas de Berto Horreo.

El tanto suponía el 1-4 y el fin de las hostilidades de un partido duro, trabado y muy trabajado de los de Aitor Calle, que siguen en una dinámica muy positiva, compitiendo en cualquier escenario y ante cualquier rival una vez transcurridas las seis primeras jornadas del campeonato.