Castilla y León tendrá dos ministros en el recién estrenado Gobierno de España, al que llegan después de una larga trayectoria en la política local: Óscar Puente, alcalde de Valladolid durante ocho años hasta el pasado verano es el nuevo titular de Transportes y Movilidad Sostenible, y Ana Redondo, su mano derecha durante el mismo periodo asume la cartera de Igualdad. Son dos de las nueve incorporaciones anunciadas ayer por Pedro Sánchez al nuevo Gabinete, en una legislatura que estará marcada por la ley de Amnistía y las tensiones con los independentistas. Esta es una de las claves para el «perfil político» anunciado por Sánchez para su Ejecutivo, donde el exalcalde de Valladolid encaja como un guante y llega para dar músculo ideológico y contestatario a la oposición. Suya será la firma del traspaso de Rodalies a la Generalitat dentro de los acuerdos de investidura de Sánchez, y en sus manos estará el avance de las grandes infraestructuras pendientes en Castilla y León. Su inesperada réplica a Alberto Núñez Feijóo le granjeó una colección de halagos entre los suyos y puso su nombre en todas las quinielas ministeriales por su tono combativo desde la tribuna de oradores del Congreso. Redondo, un perfil mucho más discreto dentro de la esfera política nacional, aterrizará en Madrid con la difícil tarea de reconciliar a un feminismo divido durante el mandato de Irene Montero.

Dos voces procedentes de Castilla y León, que se suman a la de Margarita Robles –leonesa de nacimiento–, que repite al frente de Defensa, para acaparar ministerios con una notable importancia, tanto económica, como política, como social. Puente llega a Transportes como abanderado de la movilidad sostenible tras sus ocho años al frente del Ayuntamiento de Valladolid, y asume una de las carteras que mayor presupuesto inversor manejan. Se estrenará en el cargo con la inauguración de la Variante de Pajares, el próximo 29 de noviembre. De su predecesora, Raquel Sánchez, hereda unos 50 kilómetros de nuevos tramos de autovías en obras en Castilla y León, a los que se le unen otras tareas pendientes, como la solución al paso de las vías de tren por Valladolid y Palencia, la revisión del mapa de líneas de autobús interurbano o la presentación del Plan Director del Corredor Atlántico.

El exalcade asume el reto de dejar su firma estampada en algunos de los grandes proyectos e infraestructuras autonómicas que acumulan años de retrasos. La Autovía del Duero (A-11); la A-73; la Autovía de Navarra; los tramos pendientes de la Autovía León-Valladolid (A-60); o el tercer carril de la A-62. Los cambios en el Ministerio de Transportes se producen en un momento en el que está pendiente la presentación del Plan Director del Corredor Atlántico, previsto para otoño. En materia de ferrocarriles, Puente llegará y besará el santo en lo que a la apertura de la Variante de Pajares se refiere, una de las infraestructuras más complejas del país, que ha requerido 19 años de trabajos y una inversión superior a los 4.000 millones.

Además, el ministro tendrá casi lista para contratar la duplicación de la vía del AVE en la provincia de León y también licitado el aumento de la capacidad de la estación Valladolid Campo Grande. Precisamente, en su ciudad el actual gobierno municipal de Jesús Julio Carnero reclama el soterramiento de vías, una opción que Puente descartó como regidor al poner en marcha la operación de integración en superficie que se ha materializado con los primeros pasos subterráneos.

El tren Directo de Burgos o la reapertura de la Ruta de la Plata serán otros de los deberes con los que Puente tendrá que lidiar desde su despacho en Madrid.

Reunificar el movimiento

La nueva ministra de Igualdad, Ana Redondo, fue hasta las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo teniente de alcalde y concejala de Turismo y Cultura en el ayuntamiento de Valladolid. Su llegada recupera para el PSOE la cartera de Igualdad, que ha dirigido, no sin polémicas, Irene Montero, que queda fuera del Ejecutivo y del Parlamento. Redondo tendrá que trabajar para reunificar al feminismo tras la división fraguada a partir de 2022 a raíz, entre otras cuestiones, de sus diferencias con la Ley Trans o la abolición de la prostitución. Su nombramiento llega a pocos días de la celebración del 25 de Noviembre, Día Internacional de Eliminación de la Violencia sobre la Mujer. La socialista se enfrenta a retos pendientes como la ley integral contra la trata de personas, o la elaboración de un pacto de Estado por las personas LGTBI. Otro de los retos pendientes a los que se tendrá que enfrentar Redondo será a reforzar los medios para garantizar una aplicación «efectiva» de la Ley de Libertad Sexual, conocida como Ley del 'solo sí es sí'.