Las monjas de Belorado venden trufas a espaldas de la Iglesia

SPC
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El Arzobispado desconoce si elaboran dulces y a las cuentas que controlan no llegan ingresos, según recoge Diario de Burgos, que comprueba que tienen un nuevo método para comercializar

Las monjas de Belorado venden trufas a espaldas de la Iglesia - Foto: Ricardo Ordóñez ICAL

Las monjas de Belorado (Burgos) continúan vendiendo sus trufas, aunque han cambiado su tradicional forma de comercializarlas y el dinero no termina en las cuentas controladas por la Iglesia, según recoge Diario de Burgos en su edición de hoy. Desde el Arzobispado desconocen si en el convento se siguen elaborando dulces, aunque sí han recibido algunas facturas por parte de la exabadesa del monasterio, Laura García de Viedma, para poder pagar las materias primas que necesitan. 

Según publican hoy, Diario de Burgos ha podido comprobar de primera mano que los hornos siguen funcionando y que las clarisas siguen recibiendo ingresos por esta cuestión, aunque emplean otro método de venta. La compra de dulces no se puede realizar directamente a través de su página web (elobradordelconvento.com), donde ahora solo se puede observar todo el catálogo de productos que poseen, para posteriormente realizar el pedido a través del número de teléfono del monasterio. 

Una de las religiosas se encarga de atender la llamada y apuntar todo lo que se demanda para pasar el encargo a las responsables del obrador. Además, recoge los datos pertinentes -domicilio y número de contacto- para poder hacer el envío del paquete. Con respecto a la entrega y reparto, el citado periódico señala que el pedido no lo entrega ningún repartidor de la empresa MRW, sino uno de los trabajadores de las monjas. Para realizar el pago de los chocolates, se ofrece la posibilidad de una cuenta corriente Openbank (que pertenece a Susana Mateo- Sor Sión- y que no corresponde con ninguna de las que tienen publicadas en su Instagram) o de bizum (al número de Zaira Pinar- Sor Myryam-).

Desde el Arzobispo dejan claro que no tienen conocimiento de que se sigan elaborando trufas en el monasterio, ya que ninguna de las cuentas que tienen controladas han recibido ingresos por este tema. De hecho, lo único que han ingresado son las pensiones de las cinco hermanas mayores. Sin embargo, la exabadesa sí envió hace unas semanas a la comisión gestora diversas factoras y entre ellas había alguna relacionada con los chocolates. Pese a que se solicitó este dinero, tampoco ha habido más comunicación entre ambas partes.