Con un rotundo «¡Viva la Constitución! ¡Viva el Rey! y ¡Viva España!», la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armegol, concluyó ayer el acto solemne de la jura de la Constitución de Leonor de Borbón. Unas palabras, seguidas de la cerrada ovación de casi cuatro minutos de los presentes, que escenificaron el sentir de esos testigos de excepción allí reunidos en la Cámara Baja en una jornada histórica: respeto por la princesa heredera y su padre, Felipe VI.

Más de medio millar de parlamentarios, entre diputados y senadores, los dos padres de la Carta Magna que áun siguen con vida (Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón), 14 presidentes autonómicos (salvo los del País Vasco y Cataluña) y casi todos los máximos representantes del Gobierno en funciones, se dieron cita en el Hemiciclo para avalar este importante paso hacia el trono de la heredera.

No estuvieron, no obstante, tres ministros del Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez, en concreto los titulares de Igualdad, Derechos Sociales y Consumo (Irene Montero, Ione Belarra y Alberto Garzón, respectívamente), así como los representantes de cinco formaciones políticas con representación parlamentaria (ERC, Junts, Bildu,  BNG y el PNV). 

Testigos de excepción - Foto: Juanjo MartínEstos partidos son, precisamente, la clave para que Sánchez logre sacar adelante su eventual investidura. Es el apoyo necesario a la reelección del candidato socialista, que en su intervención de la jornada aseguró a la primogénita del jefe del Estado que contaría «con el respeto y el respaldo de su Gobierno». Un Gabinete que, previsiblemente, estará integrado por los que la rechazan a ella y la institución que representa.

También Armegol expresó su respaldo a la heredera, al subrayar que su jura de la Carta Magna implica el sello de su «alianza con España» y con su «presente libre y democrático». 

Además, recalcó que con esta ceremonia el país hace de nuevo honor del sistema democrático por el que se rige y enfatizó que «no hay poder que tenga capacidad fuera del gobierno de las leyes».

Testigos de excepción - Foto: Chema Moya«Celebramos, pues, un compromiso con nuestro sistema político, el sistema sobre el que hemos construido nuestra historia reciente, que otorga el poder a través de nuestras instituciones reunidas en esta casa a quien verdaderamente le pertenece: al pueblo soberano», abundó la tercera autoridad del Estado. Y lo hizo en una intervención salpicada por guiños a la reciente implantación de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja, con reseñas a sendos poetas y representantes de la cultura gallega, vasca y catalana que ella misma autotradujo. 

Armengol repasó, asimismo, alguno de los cambios que ha experimentado España desde 1978, 45 años en los que, precisó, las instituciones se han ido adaptando a las transformaciones como, a su juicio, debe «seguir sucediendo».

La interlocución de la presidenta del Congreso, que no fue aplaudida por los representantes de Vox, fue seguida con atención desde las tribunas por los cuatro expresidentes del Gobierno de la Democracia (los socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y los populares José María Aznar y Mariano Rajoy), así como por los expresidentes del Congreso y el Senado. Otras autoridades presentes fueron el responsable de Política Exterior de la UE, José Borrell, y uno de sus antecesores, el socialista Javier Solana, así como el alcalde de Madrid, las presidentas del Consejo de Estado y del Tribunal de Cuentas, el Fiscal General del Estado, el Defensor del Pueblo, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, los jefes de Estado Mayor y el delegado del Gobierno.

Testigos de excepción - Foto: BallesterosEl Congreso añadió también a la lista de invitados una veintena de jóvenes destacados de la generación de Leonor de Borbón.