Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


Tres palabras

24/05/2024

Hace unos días escuché a Salman Rushdie en una entrevista. Reconocía que cuando sufrió el ataque que casi le cuesta la vida, mientras recibía los primeros auxilios, no pensaba en que se moría, sino en el riesgo de perder las llaves y las tarjetas de crédito que llevaba encima. Me encantó. Confesaba algo que yo también sentí la única vez que entré en un quirófano, justo antes de quedarme profundamente dormida por efecto de la anestesia general. Decía que mientras estuvo convaleciente en el hospital, sentía cómo perdía la titularidad de su cuerpo, de su salud, de su organismo. De repente, estás en manos de unos desconocidos que hacen y deshacen en tu cuerpo como si no fuera tuyo. En definitiva, constatas que no somos nada. Tres palabras, no somos nada, tan recurrentes en los funerales. Y le plantas dos besos a la persona receptora del no somos nada que encierra tanta sabiduría, filosofía y principios conceptuales.
 Hay otras tres palabras que juntas, últimamente, me agotan: y tú más. La estrategia del «y tú más» sirve para sustituir a los argumentos cuando no hay argumentos. ¡Qué cansinos! ¡Qué aburridos! ¡Qué soporíferos! Eran mucho más divertidas y enriquecedoras esas otras tres palabras, «y yo más», de nuestra infancia: pues se lo digo a mi padre, que es policía, pues yo a mi primo, que es boxeador y yo a mi vecino, que acaba de salir de la cárcel y lleva tatuado en el bíceps, «amor de madre» (tres palabras mal dibujadas en la piel). Así pasamos la infancia, sin argumentos reales, inventando parentescos con profesiones y condiciones de lo más exóticas. Algunas personas se han quedado atrapadas en esa infancia y, en vez de formarse e instruirse para construir un argumentario sólido y razonado, siguen buscando comparaciones como las del «y tú más» para salir del paso. Y eso que las comparaciones son odiosas. Sin embargo, tiramos mucho de comparaciones con números para comprender mejor la situación social y económica: en el Santiago Bernabéu, con un aforo de 85.000 personas, cabe toda la provincia de Soria. O el número de asesinados en Gaza, 35.000, es casi la población de Soria capital. Qué horror pensar en toda la población soriana asesinada. Toda la ciudad destruida. Empatía con Palestina, en tres palabras, please. De cifras, en Soria, sabemos mucho: los kilómetros de la Autovía del Duero que se han hecho en 20 años y los que quedan por ejecutar sin saber la fecha en la que acabarán las obras. Toda una vida. Decía John Lennon que la vida es eso que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes. Para los sorianos, la vida es lo que sucede mientras se construye la autovía del Duero o el ATI o se amplía el Punto de Nieve de Santa Inés o se acaban las Cúpulas de la Energía o llega la radioterapia o se buscan soluciones para frenar la despoblación. Toda una vida. También, en tres palabras.