José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


Movilización

03/12/2023

Estoy seguro de que, a la vista del título que encabeza este artículo, la mayoría de sus lectores estaba convencido de que el autor, o sea un servidor, se disponía lanzar una soflama, una arenga, para animar al personal a salir a la calle para defender qué se yo que planteamiento o idea. Pues no. No será el caso esta vez, aunque no descarto ponerme al frente de alguna iniciativa de ese pelo aunque sólo sirva como desahogo de tantas frustraciones acumuladas.
Los hábiles y espero que bien pagados artífices del márquetin político, sin los cuales la mayoría de los que se dedican a la cosa pública pasarían por 'palurdos pueblerinos', son perfectamente capaces de adornar un discurso vacío con palabras huecas pero rimbombantes con el notable efecto de que quienes luego usan sus argucias en el escenario público mejoran su calificación y alcanzan a ser, en el mejor de los casos 'palurdos urbanitas'.
Hace unos días, el irreductible consejero Fernández Carriedo, que aspira a superar, no sólo los récords de Silvia Clemente en la Junta, sino los de la 'tortuga verde' del Pacífico, en la  persistencia de  la escala evolutiva de los seres vivos, se acercó a Soria, no sin esfuerzo, para explicarnos de nuevo lo cojonudo que es el Plan Soria contra la despoblación y, sin ruborizarse ni un pelo por lo que los datos demográficos evidencian, se centró en las cifras de inversión, canalizadas por la Junta de Castilla y León y que habían supuesto, en los últimos años, la 'movilización' de casi 80 millones de euros. Ahí está el truco. En la palabra 'movilizar'. Traduzco, con permiso de los asesores de imagen, de prensa y demás curia que edulcora los ásperos conocimientos y la carencia de sentido común de nuestros gobernantes. Movilizar significa en tres palabras 'poner en marcha', o sea aporto unas cantidades que merced a la supuesta ventaja que propician a Soria en inversiones, mejoras o lo que sea, hacen que otras administraciones, sociedades privadas y particulares se rasquen el bolsillo para sacar adelante proyectos que traigan a Soria gente a mansalva y conviertas sus diez mil kilómetros cuadrados en la Arcadia Feliz.
Es malo, perverso incluso, que nos intenten engañar como a chinos. Corrijo, a los chinos hoy no hay quien los engañe. Lo peor es que nos toman por estúpidos y lo más hiriente, no lo puedo evitar, es que tengo el convencimiento de que, tras la rueda de prensa, de la que siempre salen ilesos, se juntan a comer con los suyos y se tronchan de risa a costa de los paisanos de esta tierra envejecida que, para nuestra desgracia, estamos muy lejos del carácter épico numantino del que solemos presumir en cuanto surge la mínima ocasión.