Curador de la vida, creyente fiel, creador de un movimiento renovador, conflictivo y peligroso. Así va ahondando en su identidad el autor de 'Jesús -aproximación histórica', desde donde intenta responder cómo entendió su vida y cómo terminó su aventura. La de un galileo que se acerca a auxiliar al herido del camino, hablando y madurando sus parábolas, sintiéndose servidor de todos al crear una nueva familia que no es espejo de la patriarcal. La experiencia de Dios que lo transforma fue central y decisiva.Su actuación no se explica sin la vivencia radical del Padre.Así lo capta en sus noches de oración, y así lo vive a lo largo del día.
Las primeras palabras que balbucean los niños de Galilea eran «immá» (mamá) y «abbá» (papá). Así llamó también Jesús a María y a José. A su vez, llamar a Dios «Abbá» indica cariño, cercanía, intimidad, y también respeto y sumisión. Él mantiene inalterable su Fe en la intervención salvadora de Dios. Sus seguidores lo acompañaron en su vida itinerante por los caminos de Galilea y de Judea, y atraídos por su persona compartirán con él su mensaje,desde el que se reafirmó en su misión. Nada le detuvo. Durante algo más de dos años admiran la fe con que cura, comparten  el mensaje que repite en cada aldea. Fueron sus confidentes y los mejores amigos del Profeta.
Como defensor de los últimos, buscador de Dios, y Amigo de la mujer, José Antonio Pagola (Guipuzcoa, 1937) dedicado a dar a conocer la persona de Jesús, desde su lenguaje nuevo, provocativo y sorprendente, va construyendo su perfil, en cada capítulo de un libro valioso , que incluye anexos con fuentes literarias,rasgos de la investigación actual y bastante más. Lo primero sorprendente es verlo  rodeado de tantas mujeres: amigas entrañables como María, oriunda de Magdala, las hermanas Marta y María, vecinas de Betania- aldea situada a unos 3 km. de Jerusalén, donde Jesús solía hospedarse en casa de ellas y de su hermano Lázaro, a quienes quería de manera especial-. Mujeres enfermas o paganas, prostitutas despreciadas por todos, o seguidoras fieles y otras muchas que le acompañaron hasta Jerusalén y no le abandonaron ni en el momento de su ejecución. El se acerca a ellas sin recelo y las trata abiertamente , sin dejarse condicionar por prejuicio alguno. Tenían que ser probablemente mujeres solas, que vieron en el movimiento de Jesús una alternativa de vida más digna. Un grupo de mujeres aceptadas en su entorno, junto a sus discípulos varones. Son hermanas que pertenecen a la nueva familia que va creando Jesús, y son tenidas en cuenta lo mismo que los hermanos.
María de Magdala ocupa un lugar preeminente, citada casi siempre en primer lugar, como Pedro entre los varones. Hay un grupo de tres mujeres que al parecer son las más cercanas a Jesús: María de Magdala, María- la madre de Santiago el Menor y de José- y Salomé ( lo mismo que entre los varones hay tres que gozan de una amistad especial; Pedro, Santiago y Juan). Estas mujeres que siguieron a Jesús hasta Jerusalén tuvieron una presencia muy significativa durante los últimos días de su vida. Cada vez hay menos dudas que tomaron parte en la última Cena.
La reacción de los discípulos y las discípulas ante la ejecución de Jesús fue diferente. Mientras los varones huyen, las mujeres permanecen fieles. Su presencia es un hecho cuya historicidad parece firme. Y lo más llamativo es su protagonismo en el origen de la Fe pascual. El anuncio primero de la Resurrección está ligado a las mujeres. En muchos aspectos ellas son modelo de verdadero discipulado, por su actitud de servicio, y su entrega hasta el final, sin negarlo ni traicionarlo. 
No se les llamó discípulas pero Jesús las ve y las trata como tales en tiempos en que a las mujeres no se les permitía siquiera leer la Palabra de Dios ni hablar en público. Desde la experiencia pascual hoy cabría hacer una relectura de la vida eterna que cobra una hondura nueva. Asimismo, se aproximan días que nos llevan a iluminar el valor de la importancia de adaptar la interpretación del lugar de la mujer en la sociedad con mentalidad y lenguaje contemporáneos donde quiera que cada una pueda desplegar de veras su potencial, porque nadie las detiene ya.